Elizabeth Warren: ‘Trump tiene razón en esto’
Por Elizabeth Warren
The New York Times
Warren es senadora demócrata por Massachusetts y fue candidata a la presidencia en 2020.
Es posible que el infierno se haya congelado. El presidente Donald Trump y yo estamos de acuerdo en algo muy importante: abolir el límite de la deuda.
El límite de deuda es una herramienta política que permite al partido minoritario amenazar con el colapso económico, obligando al Congreso a negociar sus exigencias. No cumple ninguna otra función. Ninguna. No tiene ningún impacto en el gasto ni frena el crecimiento de la deuda nacional.
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He presionado en lo público y en lo privado, tanto si los demócratas como los republicanos han estado al mando, para que se elimine el techo de la deuda de forma permanente. Ahora, con el apoyo de Trump, nuestro país podría deshacerse por fin de esta forma de política arriesgada que, durante décadas, ha amenazado la estabilidad de nuestra economía.
El límite de la deuda limita la cantidad de dinero que el gobierno estadounidense puede pedir prestado. Si el gobierno alcanza el límite antes de que el Congreso autorice un aumento, Estados Unidos caería en suspensión de pago de su deuda. Eso significa dejar de pagar los intereses de los bonos estadounidenses, no pagar a nuestros militares o suspender los cheques del Seguro Social. El caos en los mercados financieros podría provocar que millones de estadounidenses perdieran sus empleos, mientras que el costo de las hipotecas de las viviendas y de los préstamos para automóviles se dispararía. En resumen, crearíamos una crisis financiera autoinfligida.
Los republicanos afirman que quieren reducir la deuda nacional, pero sus acciones cuentan una historia diferente. Durante décadas, han utilizado su tiempo en el poder para recortar drásticamente los impuestos que pagan los estadounidenses ricos y las empresas, renunciando a billones necesarios para financiar nuestro gobierno. Los anteriores recortes fiscales del presidente George W. Bush y de Trump elevaron por sí solos la deuda nacional en unos 10 billones de dólares. Entonces, cada vez que un demócrata llegaba a la Casa Blanca, los republicanos amenazaban con votar en contra de elevar el techo de la deuda a menos que los demócratas accedieran a cualquier exigencia política en la que se centraran los republicanos.
Consideremos las últimas veces que cualquiera de los dos partidos recuperó el control de la Casa Blanca. En 2011, cuando gobernaba el presidente Barack Obama, los republicanos se negaron a elevar el límite de la deuda hasta que los demócratas aceptaran recortes por valor de 2 billones de dólares, lo que costó a la economía hasta siete millones de puestos de trabajo y retrasó sustancialmente nuestra recuperación de la Gran Recesión. Cuando Trump ganó las elecciones en 2016, los republicanos no tardaron en aumentar la deuda nacional aprobando un regalo de 1,9 billones de dólares, en gran parte a los ricos y a las grandes empresas.
¿Y cuando el control pasó al presidente Joe Biden? Primero, los líderes demócratas desaprovecharon la oportunidad de utilizar como arma el techo de la deuda cuando pudieron. Y después, los republicanos sí utilizaron su derecho de veto en el Congreso como arma con el techo de la deuda, y acordaron levantarlo solo si los demócratas recortaban el gasto, lo que puso a casi 750.000 estadounidenses en peligro de perder la ayuda alimentaria.
Esto nos trae al día de hoy. Ahora que los republicanos están de nuevo en el poder, intentan aprobar otra oleada de limosnas fiscales para millonarios, multimillonarios y gigantes corporativos, que recortarían billones necesarios para el funcionamiento del gobierno. Para compensar algunas de esas exenciones fiscales, los republicanos planean arrancar el seguro médico a 16 millones de estadounidenses y recortar la ayuda alimentaria a cerca de un millón de niños, pero ni siquiera esos recortes punitivos producen ahorros suficientes para compensar totalmente la pérdida de ingresos. Los republicanos saben que los regalos fiscales a los multimillonarios aumentarán la deuda nacional, por lo que han colado en su proyecto de ley un aumento de 4 billones de dólares del límite de la deuda.
El proyecto de ley fiscal republicano ilustra un punto clave: el límite de la deuda no detiene ni un céntimo del gasto. El partido en el poder puede simplemente aumentar el límite para acomodar su nuevo gasto. Mantener el techo de la deuda solo alimenta los juegos políticos, ya que un partido u otro amenaza con bloquear cualquier aumento y deja que nuestro país entre en suspensión de pagos.
Trump ha instado repetidamente al Congreso a abolir el límite de deuda. El diciembre pasado, dijo que “el techo de la deuda debería eliminarse por completo” y pidió al Congreso que lo hiciera como parte del acuerdo de gastos de fin de año. En aquel momento dije que Trump tenía razón. Pero la dirección republicana de la Cámara de Representantes y la dirección demócrata del Senado ignoraron a Trump, demostrando que preferían mantener el límite de la deuda y seguir gobernando a través de negociaciones como si hubiera toma de rehenes.
Los presupuestos son declaraciones de nuestros valores. Creo que es un error despojar a 16 millones de estadounidenses de su seguro médico para que Jeff Bezos, beneficiario de los recortes fiscales propuestos, pueda comprarse un tercer yate. Está mal quitarles a las personas discapacitadas las ayudas de salud a domicilio para que Mark Zuckerberg pueda comprarse otro complejo en Hawái. Está mal expulsar a los ancianos de las residencias de ancianos para que Elon Musk pueda dar un paseo en cohete a Marte. El actual “gran y hermoso proyecto de ley” está moralmente en quiebra, y seguiré luchando contra él.
Pero ahora tenemos la oportunidad de hacer un cambio permanente que beneficie a nuestra nación. Los republicanos del Congreso pueden dejar de lado su gran y hermoso presupuesto multimillonario, mientras que los legisladores de ambos partidos pueden unirse para hacer lo que Trump instó la semana pasada, reconocer que el límite de la deuda es “demasiado devastador como para ponerlo en manos de gente política que quiera utilizarlo a pesar del horrible efecto que podría tener en nuestro país”.
El presidente tiene razón en este punto: eliminemos el techo de la deuda de una vez por todas.
The New York Times