En el filo de la navaja: La táctica de Hamas, escudos humanos y la tragedia civil en Gaza
Por la redacción
Muchos se preguntan, en medio de serias preocupaciones, a qué se debe el alto número de civiles muertos durante la ofensiva de Israel en Gaza. Y tienen razón al cuestionarse sobre el hecho de que hasta la fecha más de 37 mil gazatíes, en su mayoría civiles y niños, hayan perdido la vida durante los ataques de las fuerzas israelíes. Hay razones más que suficientes para expresar indignación y condena, sobre todo porque uno debe imaginarse que las fuerzas israelíes no deben atacar de manera indiscriminada, sin un plan elaborado, especialmente tratándose de un ejército con amplia experiencia en combate.
La comunidad internacional parece inclinada mayoritariamente en acusar a Israel de incurrir en genocidio, de provocar esta matanza indiscriminada de palestinos, y poco caso parece poner a las denuncias de Israel de que los guerrilleros de Hamas se confunden entre la población civil, utilizan edificios e instalaciones civiles para desde allí crear sus trincheras y dirigir ataques contra Israel o su ejército. ¿Qué tan documentadas están estas denuncias por órganos independientes?
El conflicto entre Israel y Hamas ha sido objeto de numerosas controversias y acusaciones. Una de las más preocupantes es la táctica de Hamas de confundir a sus combatientes con la población civil para protegerse de los ataques israelíes.
Este método no solo pone en riesgo la vida de inocentes, sino que también complica los esfuerzos internacionales para mediar y resolver el conflicto de manera pacífica.
Existen múltiples informes y testimonios que respaldan estas acusaciones. Según un informe de Human Rights Watch, Hamas ha lanzado ataques desde áreas densamente pobladas, incluyendo escuelas, hospitales y zonas residenciales, exponiendo deliberadamente a los civiles al peligro de los contraataques israelíes. Este comportamiento viola el derecho internacional humanitario, que prohíbe el uso de escudos humanos.
Además, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha documentado casos en los que Hamas ha utilizado túneles subterráneos ubicados debajo de áreas civiles para realizar ataques y almacenar armamento. Estos túneles, conocidos como «túneles de terror», se extienden a lo largo de la Franja de Gaza y cruzan la frontera hacia Israel, facilitando operaciones militares encubiertas.
Impacto en la población civil
El uso de civiles como escudos humanos tiene consecuencias devastadoras. En conflictos recientes, como la Operación Margen Protector en 2014, se ha observado un alto número de bajas civiles debido a esta táctica. La presencia de combatientes de Hamas en áreas civiles convierte a estos lugares en objetivos militares, aumentando el riesgo de víctimas inocentes y destrucción de infraestructura civil.
Los habitantes de Gaza se encuentran atrapados en un ciclo de violencia del cual no pueden escapar fácilmente. Las tácticas de Hamas no solo ponen en riesgo sus vidas, sino que también dificultan la entrega de ayuda humanitaria y la reconstrucción de la región.
Los datos sobre el número de víctimas en este conflicto lo ofrecen las autoridades sanitarias palestinas, bajo control de Hamas, y aunque en muchos casos están avalados por la Cruz Roja Internacional o la Cruz Azul, como se le conoce mayormente en la región, hay quienes sospechan que se exagera.
Sin embargo, la realidad es que Israel no solo enfrenta a la Corte Internacional de Justicia, sino también la reprimenda de Estados Unidos, un aliado importante. Además, decisiones como las de España, Irlanda y Noruega de aceptar la creación de un Estado Palestino con la apertura de embajadas tanto en Cisjordania como en sus respectivas capitales, y últimamente los anuncios de los presidentes Gustavo Petro, de Colombia, que rompe relaciones con el Estado Judío, y el de Chile, Gabriel Boric, que decide sumar a su país a la denuncia contra Israel presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia por crímenes de lesa humanidad, han aumentado la presión internacional sobre Israel.
Israel, mientras tanto, responde de acuerdo al principio diplomático, retirando embajadores de estos países o, en el caso de Colombia, rompiendo relaciones. Todo, sin embargo, parece estar entrando en una fase final con las fuerzas israelíes en el centro de Rafah, el último reducto donde se afirma que se guarecen los últimos batallones de Hamas. A la par, Israel maneja el aspecto diplomático mostrando intenciones de llegar a un alto al fuego sin llevarlo a cabo en la práctica.
La comunidad internacional sigue observando con atención, mientras el conflicto continúa desarrollándose en múltiples frentes, desde el campo de batalla hasta los escenarios diplomáticos globales.