En su camino hacia la UE, Serbia se posiciona como lugar para innovaciones
Nis (Serbia), 30 nov (EFE).- Una colmena de paneles solares, un guante inteligente para ciegos y robots agricultores. Estos son algunos de los frutos del «ecosistema tecnológico» que Serbia, un país candidato a entrar en la Unión Europea (UE), está impulsando con ayuda de fondos comunitarios.
En los últimos ocho años, el gobierno serbio ha construido tres parques científicos y tecnológicos en las ciudades de Belgrado, Novi Sad y Nis, con el objetivo de apoyar a las empresas locales emergentes dedicadas al sector de la innovación.
Durante este tiempo, Serbia ha recibido 88,5 millones de euros procedentes del Banco Mundial y de la UE para apoyar los proyectos de estas empresas y otros 55 millones más en becas para 1.500 proyectos científicos diferentes.
Según la delegación de la UE en Serbia, esta inversión ayuda a más de 12.000 científicos en el campo de la investigación, a la que el gobierno apenas destina un 0,91 % del Producto Interior Bruto (PIB) total de Serbia.
Para la UE, estos parques científicos sirven para acelerar el desarrollo tecnológico y científico del país balcánico, con vistas a integrarlo en un futuro en el espacio común europeo de investigación.
Ubicados en las áreas residenciales de las principales ciudades de Serbia, estos complejos vanguardistas dedicados a la innovación albergan ya a más de un centenar de empresas cada uno.
GUANTE PARA CIEGOS
De las 150 empresas emergentes incubadas en el parque científico de Belgrado, una de las más conocidas es «Anora», que ha desarrollado un guante inteligente para ciegos con nueve funciones diferentes.
El guante puede detectar la distancia que hay entre los objetos y el usuario o percibir colores y billetes de euro, dólares y dinares serbios a través de una cámara integrada.
Con sólo apretar uno de los botones del guante, un invidente puede consultar información en siete idiomas diferentes, entre los que se encuentra no sólo el inglés, sino también el español.
«Además, si los usuarios conectan este dispositivo inteligente a sus teléfonos móviles, podrán consultar la fecha y la hora como los relojes inteligentes normales, o la intensidad de la luz ambiental», explica el consejero delegado de Anora, Nikola Krstic, a un grupo de periodistas europeos, entre ellos EFE, invitados a Serbia por la Comisión Europea.
Según Krstic, el prototipo del guante, que está en su fase final de pruebas, cuenta con un «botón del pánico» que el usuario puede pulsar para enviar su ubicación a una persona de confianza en caso de necesitar ayuda.
Según la empresa, el prototipo ya ha sido utilizado con éxito por más de medio millar de personas invidentes, por lo que planean lanzar los primeros guantes al mercado por un precio inicial de 400 dólares (unos 400 euros).
COLMENAS SOLARES…
Otras de las empresas destacadas es «Beehold», situada en el parque científico de Nis, la segunda ciudad de Serbia, donde ha construido una colmena compuesta por paneles solares que ayuda a los apicultores a comprobar el estado de la miel sin perturbar a las abejas.
«Normalmente, los apicultores tienen que abrir las colmenas para comprobar cómo están las abejas y los panales, si se está produciendo miel correctamente. Todo esto estresa a las abejas. Con nuestra colmena, esto ya no es necesario», asegura a EFE Petar Pejic, el presidente de la empresa.
Gracias a la inteligencia artificial, «Beehold» puede monitorizar en tiempo real el comportamiento y la salud de las abejas, la temperatura y la humedad de los panales, gracias a un sensor que se coloca en el interior de la colmena.
Este sensor se carga a partir de las placas solares de las que está compuesta la capa exterior de la colmena y recoge información para los apicultores, que pueden comprobar el estado de la miel a través de una aplicación para teléfono móvil.
En sólo dos años, este proyecto ha recibido una financiación de 75.000 euros procedentes de la UE y la colmena se puede comprar por algo más de 380 euros.
… Y ROBOTS AGRICULTORES
También en Nis, la empresa informática «Coming» está diseñando un robot agricultor, llamado «Agar», diseñado para tomar muestras de los cultivos tanto en el campo como en interiores y que se maneja por control remoto desde un ordenador.
Este robot recolector a ruedas puede llegar a cargar 350 kilos de peso en superficies inclinadas, como laderas y pendientes, y tiene una autonomía de hasta 12 horas.
Al margen de este proyecto, «Coming» también ha creado junto a la Universidad de Nis un sistema de inteligencia artificial para criar animales de forma extensiva con robots pastores, que registran lo que comen los animales en libertad y controlan su estado de salud.
Este proyecto ha recibido hasta ahora cerca de 300.000 euros del Fondo de Innovación, con el que el gobierno serbio reparte dinero recibido desde la UE para sus empresas de innovación tecnológica.
Jesús Calero