Episcopado pide fortalecer sistema de justicia del país y deplora afan de riqueza rápida

Santo Domingo, 24 Feb – La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) aseguró ayer que todavía quedan grandes desafíos para que la justicia responda a las necesidades de los ciudadanos y llamó al pueblo dominicano a comprometerse con el fortalecimiento del sistema judicial, practicando la honestidad y respetando las leyes.

Los obispos católicos emitieron ayer el mensaje “Seamos honestos y practiquemos la justicia”, con motivo del 179 aniversario de la Independencia Nacional, en el que señalan además, que la justicia debe seguir trabajando para garantizar protección a testigos y víctimas, la igualdad entre las partes y eliminar el tráfico de influencia y la descentralización.

“Es necesario agilizar los procesos y disminuir sus costos para que los más pobres no se vean obligados a cumplir condenas más largas por razones económicas”, expresó el Episcopado dominicano.
independencia judicial.

La CED entiende urgente que el sistema judicial tenga personal suficiente y adecuado, siga fortaleciendo la independencia del Ministerio Público y de los jueces, sacando la política de la justicia y hacer de la honestidad y la transparencia el estandarte a seguir.

La prelados católicos señalan que en su tercer Plan Nacional de Pastoral 2023 proponen vivir los valores de honestidad y justicia para ser una nación donde prime la ley y para la igualdad social sea alcanzada con una justa y honesta administración.

Pero además de eso, invitan a los ciudadanos a asumir un compromiso social para fortalecer la justicia y que tenga como propósitos cumplir las leyes, denunciar los males de forma responsable, ser honestos en el comportamiento público y privado, rechazar los actos de corrupción, no utilizar los medios de comunicación para influir en la toma de decisiones de los jueces y que la justicia sea igual para todos, sin dar lugar a la impunidad.

Acciones sectores y Poderes

El Episcopado entiende que para cumplir ese propósito juegan un papel importante la familia, el sistema educativo, los partidos políticos, el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo, el Poder Judicial, la Policía Nacional, los medios de comunicación, de manera especial las redes sociales y las entidades religiosas.

“Como Iglesia Católica nos comprometemos a caminar en espíritu conciliador en la República Dominicana, a testimoniar la honestidad institucional, personal, familiar y social, viviendo la transparencia”, prometen los obispos.

Los obispos no dejan de reconocer que a partir de la reforma constitucional de 1994, el país ha obtenido logros importantes en la aplicación de la justicia, entre los que cita el desarrollo de una infraestructura tecnológica para garantizar y facilitar el servicio judicial a las personas por medios digitales, propiciar la resolución alterna de conflictos y la renovación del Código de Comportamiento Ético del Poder Judicial.

Deplora el afán por la riqueza rápida

La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) advirtió ayer que República Dominicana pertenece a un grupo de países que actualmente experimentan una acelerada situación de violencia, inseguridad, intolerancia e irrespeto a la dignidad de la persona.

“Ha aumentado la avaricia, el deseo de obtener riquezas de manera fácil y rápida y la indiferencia frente al valor de la justicia como fundamento de la paz, la estabilidad social y el desarrollo de los pueblos”, expresan los obispos en un mensaje emitido con ocasión del 179 aniversario de la Independencia Nacional.

En el mensaje titulado “Seamos honestos y practiquemos la justicia”, la CED exhorta al pueblo dominicano a comprometerse con el fortalecimiento del sistema judicial, desde la honestidad y el respeto a las leyes.

La iglesia Católica recordó un mensaje similar emitido en 2015, enfocado en la justicia y la paz, para destacar en la reflexión actual que algunos males relacionados con la justicia siguen latentes y constituyen un obstáculo para la aplicación justa de las leyes, tales como la violencia, la desigualdad, la carencia de transparencia y la impunidad.

“La justicia es uno de los pilares del Estado de Derecho, sin la cual, la sociedad no podría alcanzar su verdadero desarrollo institucional”, sostiene la CED en su reflexión con motivo de la efeméride patria.

Considera que la justicia y la honestidad son dos virtudes cristianas que obligan a asumir un compromiso moral y social. “Sin embargo, todavía nos quedan grandes desafíos para lograr un sistema judicial que responda a las necesidades de todos los ciudadanos”, agrega el documento.

Los obispos plantean que, aunque a partir de 1994 se registraron avances en el Poder Judicial con las reformas impulsadas, hay que seguir trabajando en una serie de retos, como son la protección de testigos y víctimas, la igualdad entre las partes, así como agilizar y disminuir los costos de los procesos judiciales.

Cita, además, la eliminación del tráfico de influencias en la administración de la justicia, la descentralización, tener un personal suficiente y adecuado para poder responder a la agilización de los procesos y seguir fortaleciendo la independencia del ministerio público.

“Es tarea pendiente la independencia de los jueces, la despolitización de la justicia y el hacer de la honestidad y la transparencia su estandarte a seguir”, refiere el mensaje.

La reflexión de la CED exhorta también a no utilizar los medios de comunicación y las redes sociales para influir en la toma de decisiones judiciales y fomentar la confianza de la ciudadanía en el sistema.

El fortalecimiento del sistema judicial dominicano -precisa el mensaje- requiere de un compromiso social con la participación de los poderes del Estado, instituciones públicas y privadas y las propias iglesias, “apoyando y animando a los ciudadanos justos y honestos que trabajan en el sistema de justicia, así como rechazando los actos de corrupción y todo tipo de propuesta que nos pueda convertir en corruptores”.

Con ocasión del aniversario de la Indepencia, la CED recordó que uno de los grandes sueños de los padres de la patria, de manera particular de Juan Pablo Duarte, fue el de lograr una República Dominicana fundada en los valores de la libertad, la paz y la justicia.

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