Erosión en las playas dominicanas: Un desafío ambiental y turístico
Santo Domingo, 1 abril – La República Dominicana, con sus 1,600 kilómetros de costas, alberga más de 200 playas, de las cuales el 70% enfrenta problemas de erosión. Este fenómeno, caracterizado por la pérdida y desplazamiento de arena debido a la acción del mar, se ve exacerbado por factores como el aumento del nivel del mar, el cambio climático y la destrucción de ecosistemas costeros y marinos por actividades humanas. A esto se suma la preocupación por la contaminación, dado que solo el 5% de las aguas residuales del país son tratadas antes de llegar al mar.
Katharina Falkner-Olmedo, del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la República Dominicana, ha señalado la gravedad de la situación, indicando que algunas playas están perdiendo entre uno y cinco metros de arena anualmente. Para enfrentar este desafío, el BID y el gobierno dominicano han lanzado el Programa de Gestión Costera Sostenible (Playas), financiado con un crédito de 70 millones de dólares y apoyo técnico durante cinco años, ya aprobado por el Congreso Nacional.
El programa inicia con estudios detallados en cuatro playas específicas: Palenque, Caribe, Sosúa y Pedernales, y se extenderá a 40 de las playas más afectadas, comenzando con las primeras 15. Además, el BID utiliza imágenes satelitales para evaluar los cambios en las playas a lo largo del tiempo y determinar la eficacia de las soluciones implementadas.
La erosión costera no solo se debe a factores naturales sino también a intervenciones humanas inapropiadas, como la construcción de muros de contención y la plantación de especies vegetales no nativas que dañan el ecosistema. El programa busca restaurar y preservar las zonas costeras, fortaleciendo el marco legal e institucional para la gestión integrada de estas áreas, considerando los riesgos climáticos. Se priorizará la restauración de arrecifes de coral y manglares, la reconstitución de dunas y la implementación de obras de protección costera.
Falkner-Olmedo también subrayó la importancia del tratamiento de aguas residuales, indicando que el país está trabajando para revertir la tendencia actual con el Programa de Saneamiento Universal en Ciudades Costeras. La primera fase se llevará a cabo en Boca Chica, con una inversión de 140 millones de dólares, seguida por fases en San Pedro de Macorís, La Romana, Higüey, Punta Cana y Bávaro, con un costo estimado de 480 millones de dólares en total.