¿Es seguro vacacionar en México?
Andrés Oppenheimer
La afirmación del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador de que su país “es más seguro que Estados Unidos”, hecha poco después del secuestro de cuatro estadounidenses en la ciudad fronteriza de Matamoros, es un típico ejemplo de cómo está enfrentando la crisis de violencia de la nación: mintiendo.
Es una verdadera lástima, porque López Obrador podría hecho un argumento mucho más inteligente para apoyar a la vibrante industria turística mexicana. Podría haber dicho, por ejemplo, que México atrajo a 66 millones de visitantes internacionales el año pasado – más que la mayoría de los países del mundo – y que la mayoría de los destinos turísticos del país son perfectamente seguros para visitar.
En cambio, López Obrador afirmó falsamente el 13 de marzo que México “es mucho más seguro que Estados Unidos”. Y luego, para embarrar más las cosas, agregó que “no hay ningún problema para viajar por México con seguridad”.
En realidad, la tasa de homicidios de México es cuatro veces mayor que la de Estados Unidos, según datos del Banco Mundial. Mientras México tiene 28 homicidios dolosos por cada 100,000 habitantes, Estados Unidos tiene 7 homicidios dolosos por cada 100,000 habitantes, dice el Banco Mundial.
Asimismo, un ranking reciente de las 50 ciudades más violentas del mundo mostró que nueve de las diez primeras en la lista están en México.
Las ciudades más violentas del mundo son Colima, seguida de Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas y Tijuana, todas ellas en México, según el ranking por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, un centro de estudios mexicano. La única ciudad de las diez primeras que no está en México es Nueva Orleans, que ocupa el puesto número 8.
No es la primera vez que López Obrador miente sobre las crecientes tasas de criminalidad en México. A menudo niega que la delincuencia haya empeorado durante su gestión.
Pero según estadísticas oficiales de México, 139,077 mexicanos han sido asesinados desde que López Obrador asumió el cargo en 2018.
Steven Dudley, codirector de Insightcrime.org, un grupo de expertos que se especializa en el crimen organizado en las Américas, me dijo que el gobierno mexicano tiene dos agencias diferentes que publican estadísticas de homicidios, lo que hace que los datos sean confusos, “pero es innegable que los números han estado subiendo”.
Dudley me señaló que “podemos decir con un alto grado de certeza que los homicidios en México bajo López Obrador son más altos que bajo sus dos más recientes predecesores inmediatos, y por mucho”.
Y la afirmación de López Obrador de que “no hay ningún problema para viajar por México con seguridad” es igualmente absurda. El Departamento de Estado de EE. UU. tiene una alerta de “no viajar” para seis de los 32 estados mexicanos, y recomienda “reconsiderar los viajes” a otros siete.
Muchos mexicanos no se sienten seguros en sus propios vecindarios. Cuando una nueva encuesta de Gallup preguntó a los mexicanos si se sienten seguros caminando solos de noche en el área donde viven, el 52 por ciento respondió “no”.
Para ser justos, también ha habido muchas generalizaciones exageradas sobre la criminalidad en México en los medios estadounidenses.
A raíz de los secuestros de Matamoros, muchos medios dieron la impresión de que los millones de estadounidenses que viajan a México cada año corren peligro. Aprovechando el frenesí mediático, el senador republicano Lindsey Graham y varios congresistas republicanos dijeron que presentarán un proyecto de ley que permitiría acciones militares de Estados Unidos contra los cárteles de la droga en México.