Escritor e historiador Manuel Núnez lanza sus aspiraciones a presidir Academia Dominicana de la Lengua

Santo Domingo, 22 mar – Bajo la consigna de que “todos los organismos deben renovarse”, el escritor e historiador Manuel Núnez lanzó sus aspiraciones para presidir la Academia Dominicana de la Lengua, actualmente encabezada por Bruno Rosario Candelier

A continuación el texto de una entrevista en la que Núñez explica su interés por encabezar la Academia y define sus planes

ENTREVISTA  a Manuel Núñez, candidato a dirigir la Academia Dominicana de la Lengua

Periodista

Don Manuel, usted es candidato a la sucesión de don Bruno Rosario Candelier, en la Academia Dominicana de la Lengua, quien también se presenta como candidato para continuar por tres años más al frente de esa Corporación. Explíquenos por qué ha tomado esa decisión.

—Todos los organismos deben renovarse. Después de casi 23 años, del actual director,  al frente de la institución nos parece lógico que se le dé la oportunidad a otras personas. Nadie debe eternizarse en el mando. De hacerlo se le abre paso a la autocracia. En dos décadas no ha habido asamblea eleccionaria. No ha habido que ponderar candidatos, presentar programas. Todo se ha manejado como un club privado. Sin alternancia. De quedarse en la dirección el director superaría el cuarto de siglo. Ni siquiera el dictador Trujillo que fue presidente solo por 18 años y el resto del tiempo empleó a hombres de paja. Creo que es un combate difícil, lleno de trampas saduceas, pero honorable.

¿Qué cosas cambiarían al llegar usted?

Le devolveré la Academia a los académicos. La mayoría de las actividades que realizan y que se reseñan en los boletines pertenecen al Ateneo Insular. Yo trabajare fundamentalmente con los académicos numerarios. Tengo muchos proyectos interesantes. Crearé tres grandes comisiones de trabajo con los académicos de numero: la de enseñanza de la lengua, la de lingüística aplicada y la de literatura, con arreglo a las diferencias  de formación de la plantilla de académicos. He recibido apoyo de gente que estaría dispuesta a  darle respaldo a estos programas. En esta batalla he recibido el apoyo explícito de un amplio sector que ha estado en el ostracismo largo tiempo: Irene Pérez Guerra, Dennis Simó, Giovanni Cruz, Tony Raful,  Guillermo Piña Contreras, Diógenes Céspedes, Pedro Vergés, José Enrique García y otros. Voy a respetar estrictamente los estatutos. Voy a rendir cuentas de los ingresos. Voy a establecer las tertulias, los cursos y las actividades en horarios que convengan a los habitantes de la Capital. Voy a restablecer el voto secreto. Son muchas las cosas que deben cambiar.

Pero, usted se siente realmente en capacidad de representar una institución como la academia española. Ni en Cuba ni en Puerto Rico ni en América del Sur ni en México ni, desde luego, en América Central  ni aquí en República Dominicana, nadie de raza negra ha ocupado el cargo de director de la institución.

—No me siento víctima, pero es probable que haya personas que esas cosas le preocupen. Yo soy dominicano. Dominicano  es más que negro, más que blanco y más que mulato. Tiene usted razón sería la primera vez que alguien como yo ocuparía ese cargo. Pero en la música y en el deporte ya se considera normal. Mire, el color de la piel no nos vuelve ni moral ni intelectualmente inferiores. Ni debe privarnos de derecho. He dado a la estampa más de cuatro mil páginas. De ensayo, ficción literaria y libros para enseñanza de la lengua. En cualquier caso, ya quedará para la historia que hubo alguien que lo intentó. Alguna vez será.

¿Cuándo será  la Asamblea eleccionaria?

El director ha convocado irregularmente para el 25 de marzo. Pero el secretario, que soy yo, ha convocado para la fecha establecida que es el último viernes del mes de julio cada tres años. Hay dos convocatorias. Una, establecida en los estatutos y otra, impuesta por el director que viajará al Congreso de Cádiz, del cual se ha excluido al secretario, cosa insólita y quiere dejar su chiva amarrada. Así puede irse tranquilo de bureo a España. Creo que al final nos podremos de acuerdo sobre la fecha.

¿Qué harían ustedes en caso de que Bruno Rosario logre su reelección?

Si eso ocurre se prolongaría mas allá del cuarto de siglo, caso único en América. No hay mayor fuerza que el ansia de justicia. Ni los dictadores ni los semidioses son populares en esta época. Aun cuando él actúa como propietario de la institución, la Academia no es su  hacienda personal. Lo proclamaremos  urbi et orbi. Es la segunda elección con candidatos que ocurre en 20 años, la primera vez, concurrió contra la candidatura de Diógenes Céspedes y ahora, veinte años después como en la novela de Dumas, aparece un mosquetero.