Estados Unidos publica imágenes del incidente de su dron con el avión ruso
Berlín, 16 mar (EFE).- El Comando Europeo del ejército de EE.UU. publicó este jueves imágenes desclasificadas del incidente protagonizado entre un caza ruso «Su-27» y un dron estadounidense sobre aguas del Mar Negro y que acabó provocando que la nave no tripulada se estrellara.
Según informó el comando de Estados Unidos en un comunicado, las imágenes muestran el momento en el que «un avión ruso realizaba una interceptación insegura y poco profesional de un dron ‘MQ-9’ de la Fuerza Aérea de EE.UU. en el espacio aéreo internacional sobre el Mar Negro, el 14 de marzo».
El mando estadounidense también ofrece un guión gráfico de cómo ocurrió este incidente en el Mar Negro, en el que había otro caza ruso, que ha aumentado la tensión entre Washington y Moscú y que tiene como fondo la guerra en Ucrania.
Según el guión de este video, el suceso comienza cuando un avión ruso se acerca a la parte trasera del «MQ-9» estadounidense. Poco después la aeronave del Kremlin comienza a liberar combustible a su paso y, mientras lo hace, vuela por encima del dron.
En apenas unos minutos, el «Su-27» ruso inicia una segunda aproximación hacia el «MQ-9», vuelve a liberar combustible y pasa aún más cerca del aparato no tripulado.
Poco después, el avión ruso choca con el dron y la imagen de la cámara del «MQ-9» se pierde durante aproximadamente 60 segundos, relata el comando estadounidense. Cuando la cámara recupera la transmisión se puede ver que la hélice y uno de los puntales del dron están dañados.
Tras el incidente, el Gobierno de Estados Unidos aseguró que se vio obligado a estrellar el dron contra aguas del Mar Negro y responsabilizó a Moscú del incidente que, según dijo, fue deliberado.
En cambio, el Ministerio de Defensa de Rusia negó cualquier contacto entre sus cazas y el dron, que según la versión del Kremlin, entró en un brusco vuelo incontrolado y colisionó contra el mar tras perder repentinamente altura.
El incidente tuvo lugar cerca de la anexionada península ucraniana de Crimea, donde Moscú ve con malos ojos la presencia de la OTAN, sean buques de guerra o aparatos de reconocimiento y vigilancia.