Ex presidente Medina se ha colocado en medio del escándalo de Maxy

Guarionex Rosa

Solamente el encanto incomprensible que provoca el dinero y el poder, puede justificar que tantos dominicanos prominentes se aprovechen para desfalcar el erario público y malgastar el dinero de los contribuyentes, sin preocuparse por la vergüenza que cae sobre ellos.

El ex presidente Danilo Medina se ha colocado en medio del escándalo que envuelve a un cuñado, Maxi Montilla, quien ofreció devolver más de 3,000 millones de pesos tras formar durante su gestión una estructura de desfalco en el sistema eléctrico. El caso ensucia al político.

El fraude, según las EDEs ascendió a más de RD$20,000 que involucra a los cómplices que comparecerán en los próximos días a los tribunales. Al menos Montilla, al retribuir más de 3,000 millones se ha liberado de una condena mayor que podría haberlo mandado a la cárcel.

Montilla tendrá que pagar a la Dirección General de Impuestos Internos, DGI, RD$431,816,307.90 y RD$600 millones a la Distribuidora de Electricidad (las tres Edes). Para hacer posible el arreglo, un juez tuvo que homologar el acuerdo entre Montilla y la Fiscalía.

Danilo Medina está en lucha para salvar su reputación y la de su familia en varios casos que maneja el Ministerio Público contra la Corrupción, uno de los cuales involucra a su ex jefe de escolta el general Adán Cáceres y a una asociada que regentea una iglesia protestante.

Por más indulgente que sea el público, le será difícil creer que el ex gobernante no estaba al tanto de la riqueza que hacían funcionarios y allegados cuando desde hace tiempo el rumor público había puesto el índice sobre determinados nombres. La corrupción desafía hasta el sentido común.

Medina dice que Montilla fue a su casa y le informó que “el vino a mi casa y me informó que había llegado a un acuerdo con el Ministerio Público. Me explicó que mediante ese acuerdo cedía sus bienes a cambio de que lo dejaran tranquilo y en libertad”.

“Yo le dije: tú habrás cedido tus bienes, pero también has cedido tu honor, tu dignidad y tu integridad. Y eso no tiene precio. Le expresé que había conseguido no estar detrás de las rejas de una prisión, pero sí detrás de las rejas de la sociedad”. Aseguró que no tiene vínculos con su cuñado.

Lo peor que puede estar ocurriendo a Medina y a su partido son las denuncias de corrupción, algunas de las cuales llegarán al conocimiento de los jueces en las próximas semanas justamente cuando él se propone relanzar el Partido de la Liberación Dominicana, PLD, con vistas a las elecciones del 2028.

Se diría que ya las denuncias de corrupción no asustan porque se sabe que de cada tres dominicanos propuestos para los cargos públicos, dos van a enriquecerse. Hasta gente a quienes se creía eran personas decentes piden puestos públicos para, en el menor de los casos, frecuentar restaurantes de moda, consumir los viáticos de viajes, el combustible asignado y cualquier borona que aparezca.

Hay casos de asombro como el del general Zorilla Ozuna, que fuera jefe del Ejército Nacional y antiguo director de INESPRE y quien buscaba un puesto a como diera lugar. Lo nombraron director de Desarrollo Fronterizo, una entelequia con vigencia solo en la frontera.

Zorrilla Ozuna, líder de un pequeño partido había comprometido al presidente Abinader en darle un puesto público luego de dos años de dirigir erráticamente al INESPRE, institución creada durante los doce años del régimen de Balaguer y que, aunque ha venido cada vez al menos, ha dejado a varios ex incumbentes multimillonarios.

Listín Diario

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