Expertos cuestionan beneficios del Acuerdo de Cielos Abiertos con Estados Unidos

Santo Domingo, 5 de agosto – El Gobierno de la República Dominicana ha manifestado grandes expectativas con respecto al acuerdo de cielos abiertos firmado con Estados Unidos, proyectando que aumentará la competencia entre aerolíneas nacionales y estadounidenses y, en consecuencia, reducirá los precios de los boletos aéreos.

No obstante, algunos expertos del sector de la aviación local han expresado sus dudas sobre los beneficios reales de este acuerdo, cuestionando su impacto en las aerolíneas dominicanas y el mercado de transporte aéreo en general.

Durante la firma oficial en el Palacio Nacional, el presidente Luis Abinader destacó la importancia de crear un entorno donde las aerolíneas puedan operar con mínima intervención y regulación gubernamental, argumentando que esto permitiría que el mercado, más que los gobiernos, defina el futuro del transporte aéreo.

El acuerdo fue rubricado por el ministro de Turismo, David Collado, y el subsecretario de Estado para el Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente de Estados Unidos, José W. Fernández, y está pendiente de revisión por el Tribunal Constitucional y el Congreso Nacional antes de su implementación.

Sin embargo, la Asociación Dominicana de Líneas Aéreas (ADLA) ha señalado que no fueron consultados en el proceso de creación del acuerdo, dejando en el aire una serie de preocupaciones.

Omar Chahín, presidente de ADLA, indicó que los detalles del convenio son desconocidos para ellos, lo que genera incertidumbre sobre su contenido y posibles implicaciones para las aerolíneas locales.

Chahín expresó que, si bien el acuerdo podría tener beneficios, también existen riesgos significativos, comparándolo con la Ley 57-23, la cual describió como ineficaz para proteger los intereses de las aerolíneas dominicanas.

La Asociación Nacional de Pilotos (ANP) también expresó su descontento con la falta de inclusión de técnicos, pilotos y aerolíneas en las discusiones previas a la firma del acuerdo.

La ANP calificó la situación como una «estocada en la espalda» a los profesionales de la aviación nacional, lamentando que su participación en la firma del tratado no incluyera una previa consulta sobre los términos acordados.

Juan Batista, presidente de la ANP, criticó la falta de respeto y ética profesional por parte del gobierno al excluir a los actores clave del sector en el proceso de toma de decisiones.

En contraste, el presidente de la Junta de Aviación Civil (JAC), Marte Piantini, minimizó las preocupaciones, afirmando que el acuerdo no perjudicará a las aerolíneas dominicanas.

Piantini señaló que el país ya mantiene 17 convenios similares con otros países y que las aerolíneas locales han podido adaptarse y competir en el mercado internacional.

Citó el caso de SkyHigh, que opera con éxito en rutas hacia Miami y otros destinos, como ejemplo de la capacidad de adaptación de las aerolíneas dominicanas. Además, expresó confianza en que Arajet, otra aerolínea dominicana, pronto comenzará a operar vuelos a Estados Unidos.

No obstante, Francisco Díaz, presidente de la Asociación Dominicana de Aviación General (ADAG), expresó dudas sobre el impacto positivo del acuerdo, argumentando que las aerolíneas estadounidenses ya dominan la mayoría de las rutas entre los dos países, creando una situación de casi monopolio.

Díaz mencionó las quejas de los usuarios sobre el mal servicio y los altos costos de los boletos como evidencias de que la competencia actual no está beneficiando a los consumidores.

Además, subrayó la desventaja numérica de las aerolíneas dominicanas en comparación con gigantes como American Airlines, que cuenta con una flota de casi 1,000 aviones, frente a las modestas flotas de Arajet y Sky High.

Díaz también planteó la posibilidad de que el acuerdo sea un intercambio diplomático que permitiría a Arajet, una aerolínea con capital mayoritario norteamericano, operar vuelos a Estados Unidos, lo cual actualmente no puede hacer debido a regulaciones que exigen una mayoría de capital dominicano.

Según Díaz, Arajet, con un 80% de su capital proveniente del fondo de inversiones Bain Capital, con sede en Massachusetts, no cumple con las leyes dominicanas que estipulan una mayoría de capital local para ser considerada una aerolínea nacional.

El ministro de Turismo, David Collado, reveló que durante las negociaciones se logró que Estados Unidos aceptara considerar a las aerolíneas dominicanas con capital mayoritario extranjero para operar en su territorio.

Víctor Pacheco, CEO de Arajet, expresó optimismo sobre el acuerdo, esperando que permita a la aerolínea lanzar nuevas rutas hacia Puerto Rico, Miami y Nueva York, pendientes de aprobación desde marzo de 2022.

Por su parte, la subsecretaria asistente de transporte de aviación de EE. UU., Anny Pecson, destacó que la República Dominicana es la cuarta puerta de entrada de pasajeros internacionales a Estados Unidos, con más de 10 millones de pasajeros en los últimos doce meses.

Pecson también mencionó que el acuerdo podría generar un ahorro de viaje de 4,000 millones de dólares para los pasajeros.

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