Fabuloso espectáculo de ballenas
César Nicolás Penson Paulus
Privilegiados aquellos que pueden disfrutar del avistamiento de las ballenas jorobadas o Yubartas, en las aguas de Santa Bárbara de Samaná y su peculiar bahía. Hace cerca de dos meses y medio, escribí sobre estas particulares visitantes, a las aguas circundantes a la República Dominicana tras un largo viaje desde el Atlántico norte, unos 15,000 km juntando la venida y el regreso a sus hábitats de alimentación, hasta el Santuario de Mamíferos Marinos del Banco de la Plata y la Navidad. Esa área protegida, resulta la más grande del país con esa condición, siendo uno de los primeros santuarios marinos del mundo, creado en 1986 en uno de los gobiernos de Joaquín Balaguer. Allí se pueden encontrar delfines, manatíes, orcas y a él llegan en cada invierno entre 1,500 y 2000 ejemplares de ballenas. El pasado sábado tuve la hermosa experiencia de volver a disfrutar del espectáculo natural más bello que ofrece Samaná a los que se aventuran en sus aguas. Un día precioso, de temperatura invernal criolla, sin nubes y con bestias marinas en inusual actividad. Escogimos a Moto Marina Tours por las memorables experiencias del pasado, comprobando que se han profesionalizado aún más, con equipos superiores y confiables, ofreciendo seguridad y satisfacción a quienes les confían sus aventuras de este tipo. El personal está bien entrenado y se muestra muy profesional, para llevar turistas del mundo entero que vienen a gozar de esta manifestación de la naturaleza en nuestros espacios. Pude observar el respeto a la supervisión de técnicos oficiales que se empeñan en minimizar la perturbación de embarcaciones sobre las ballenas jorobadas que vienen de diciembre a abril a parir o aparearse. Nos tocó ver una madre con su descomunal bebé recién nacido, de unos 4-5 metros de longitud y capaz de ingerir alrededor de 400 litros (104 galones) de leche por día, de una madre que hace meses no se alimenta y que no lo hará hasta regresar a las áreas adonde existe el kril (crustáceo antártico parecido al camarón, que le sirve de comida). Tuvimos el inusual privilegio de ver juntos 6 ejemplares gigantes de este monstruo marino, espectáculo en que 5 machos procuraban aparearse con una hembra coqueta y difícil, a la que pretendían impresionar con saltos y malabares, con sus cuerpos de entre 12 y 16 metros (entre 40 y 53 pies) con un peso de 36,000 kilos (casi 80,000 libras). Los técnicos han podido identificar cada uno de los individuos de las Yubartas por marcas que los individualizan y permiten tener un catálogo de individuos y evidenciar sus viajes y actividades locales. Desconozco si existen registros de que nuestros pobladores originales conocían de la presencia de esos animales en nuestras aguas territoriales y si existen pinturas taínas que lo aseguren.
El Caribe