Facturación crece, pero pérdidas y baja cobrabilidad siguen afectando desempeño de las EDE al cierre de junio de 2024
Por Manuel Jiménez
Santo Domingo, 15 sept. – El sistema de distribución eléctrica nacional, conformado por las empresas EDENorte, EDESur y EDEEste, cerró el primer semestre de 2024 con una mejora en los niveles de facturación y abastecimiento, pero arrastrando debilidades estructurales en materia de pérdidas de energía, cobrabilidad y eficiencia en segmentos vulnerables como el subsidio Bonoluz y los clientes institucionales.
Según el más reciente informe publicado por la Superintendencia General de Electricidad (SUGERE), las empresas distribuidoras adquirieron un total de 9,641.4 gigavatios hora (GWh) en el período enero-junio de 2024, con una factura de compra de energía ascendente a 1,447.9 millones de dólares.
El precio monómico de compra se situó en promedio en 15.0 centavos de dólar por kilovatio hora, mientras que la tarifa media de venta fue de 16.9 centavos, lo que permitió un margen de compra-venta de 10.9 %.
En términos de abastecimiento, el sistema mostró un nivel sostenido del 98.3 %, reflejando estabilidad en la entrega de energía. Sin embargo, la eficiencia financiera del sistema quedó en entredicho por las persistentes pérdidas de energía, que alcanzaron un promedio de 38.1 % en el semestre, con picos de hasta 41.3 % en marzo. Estas pérdidas, equivalentes a 3,670.7 GWh, suponen un drenaje significativo de los recursos energéticos adquiridos.
La energía efectivamente facturada durante el período fue de 5,970.8 GWh, lo que generó ingresos por 59,419.6 millones de pesos. De esa energía, se cobraron 5,622.8 GWh, lo que representó una recaudación de 55,769.4 millones de pesos, con una tasa de cobrabilidad acumulada del 93.9 %. No obstante, en junio este indicador descendió al 88 %, mostrando señales de alerta para la sostenibilidad de los ingresos.
Uno de los indicadores que mejor ilustra el desempeño financiero del sistema, el Índice de Recuperación de Energía (ERI), se ubicó en 58.3 %, mientras que el Índice de Recuperación de Efectivo (CRI) fue de 58.1 %, lo que indica que solo poco más de la mitad del valor de la energía comprada se recupera efectivamente en caja.
En cuanto a la gestión de clientes, el sistema cerró junio con 3,126,944 contratos activos, de los cuales 2,926,817 fueron facturados, lo que representa un 93.6 % de cobertura.
Sin embargo, el número de contratos cobrados fue de 2,353,619, equivalente al 80.4 % de los activos. A nivel de tecnología, se reportó un total de 1,552,879 contratos con telemedición, un 53.1 % del total.
Por empresas, EDENorte mostró el mejor desempeño en cuanto a cobrabilidad, alcanzando un 95.9 % de recaudación respecto al total facturado (3,860.3 MMRD$), seguida de EDESur con un 97 % (4,255.6 MMRD$), mientras que EDEEste se quedó en un 80.7 % (3,067.1 MMRD$), muy por debajo del estándar requerido para una operación financieramente estable.
Una de las áreas críticas sigue siendo la gestión del subsidio Bonoluz, que beneficia a sectores residenciales de bajos ingresos. Aunque el índice de facturación es alto (95.4 % del total de contratos Bonoluz fueron facturados), la cobrabilidad promedio fue de apenas 85.4 %, con disparidades importantes: EDENorte alcanzó el 90 %, EDESur el 88.5 %, y EDEEste apenas el 74.2 %. En términos de energía, Bonoluz representó 76 GWh facturados en junio, con 64.8 GWh cobrados.
En cuanto a los clientes institucionales, especialmente los ayuntamientos (Aytos), se evidencia una situación crítica: solo se recaudó el 47.3 % de lo facturado en EDENorte, 69.2 % en EDESur y 54.4 % en EDEEste, lo que impacta negativamente el balance comercial de las distribuidoras.
A pesar de una emisión total de 2,802,067 facturas en junio, solo se cobraron 2,635,489, para un índice mensual de 94.1 %, inferior al acumulado anual de 97 %. En cuanto a deuda, el pasivo total del sistema ascendió a 29,542.6 millones de pesos, siendo los ayuntamientos y Bonoluz los sectores con mayores compromisos vencidos.