Fallece la reina madre Sirikit: La glamourosa y combativa «madre de los tailandeses»
Bangkok, 25 oct.- El fallecimiento este sábado de la reina madre de Tailandia, Sirikit, a los 93 años pone un definitivo punto final a una era en la historia del país marcada por el prolongado reinado de su marido, Bhumibol Aduljadej, que ocupó el trono entre 1946 y su muerte en 2016.
Durante el reinado del reverenciado Rama IX de la dinastía de los Chakri, la reina Sirikit fue una fiel acompañante del monarca y se hizo famosa en el mundo entero por su sempiterna sonrisa y glamurosa imagen, que la convirtieron en una diva de la realeza y la política internacionales a la altura de Farah Dhiba, Imelda Marcos o Grace Kelly.
Su fama mundial se fraguó en 1960, cuando los monarcas visitaron un total de 40 países, entre ellos España, donde los recibieron con todos los honores por el dictador Franco y su esposa Carmen Polo y Sirikit recibió la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.

La gira de la joven pareja sirvió además para dar a conocer las famosas sedas de su país y fijó la imagen elegante de Sirikit, en gran medida gracias a los vestidos del prestigioso diseñador francés Pierre Balmain que combinaban los diseños tradicionales tailandeses con la moda moderna.
La defensa de la monarquía frente al comunismo
Mientras tanto, en Tailandia, la reina se dedicaba a apoyar diversas fundaciones reales y organizaciones paramilitares que durante la guerra fría se erigieron en defensoras de la monarquía frente a la amenaza del comunismo.
No en vano, Sirikit tenía como modelo a la legendaria reina Suriyothai, la esposa del rey Chakkraphat que, en el siglo XVI, se disfrazó de soldado y falleció a lomos de un elefante durante una batalla contra ejércitos invasores birmanos, un acto heroico que, según la leyenda, salvó tanto al rey como al reino.
Sirikit Kitiyara Rajawongse nació en el seno de una familia aristócrata el 12 de agosto de 1932 y estudió en Bangkok hasta que catorce años después se fue vivir a Europa, donde su padre, el príncipe Nakkhatra, fue nombrado embajador en varios países.

Un mes antes de la partida había comenzado el reinado de su primo lejano Bhumibol Adulyadej, pero el joven rey salió de Tailandia en seguida y, tras dejar a su tío Rangsit como regente, retornó a Suiza a proseguir sus estudios.
Fue por aquella época cuando Sirikit conoció a Bhumibol en París y la relación se estrechó cuando la joven se convirtió en una asidua visitante del soberano durante su convalecía en un hospital de Lausanne por un accidente de tráfico que le dejó tuerto.
Ambos contrajeron matrimonio el 28 de abril de 1950 en Tailandia, siete días después de la coronación de Bhumibol.
Juntos tuvieron cuatro vástagos: Vajiralongkorn, que nació en 1952 y ascendió al trono en 2016, y las princesas Ubolratana, Sirindhorn y Chulabhorn, nacidas respectivamente en 1951, 1955 y 1957.
El fortalecimiento de la monarquía en Tailandia
En 1932 se abolió la monarquía absoluta en Tailandia y durante la siguiente década la Casa Real perdió progresivamente el enorme poder que disfrutaba hasta entonces, pero Bhumibol logró que recuperase su brillo.
El rey se convirtió en un elemento unificador de la nación, reverenciado por una gran parte de los tailandeses como un semidios, gracias a sus obras sociales y a una cuidada imagen de «dhammaraja» (protector del budismo).

Bhumibol también mantuvo una estrecha relación con el Ejército, que desde el final del absolutismo ha tomado el poder en 13 golpes de estado. Además, la monarquía está protegida por una de las leyes de lesa majestad más duras del mundo, que imposibilita cualquier debate público sobre las decisiones de Palacio.
Si Bhumibol adquirió el estatus de «padre de la nación» durante su reinado, Sirikit desempeñaba un papel maternal, hasta el punto de que su cumpleaños sigue celebrándose como el día de la madre en Tailandia.
Su imagen perdura en Tailandia
Además de su glamour y elegancia, Sirikit tenía un lado combativo y en los años setenta se le nombró patrona de los Vigilantes de los Pueblos, organización paramilitar que se dedicaba a la lucha contra los insurgentes del Partido Comunista de Tailandia.
En 2012, a Sirikit se le diagnosticó cardiopatía isquémica, una dolencia ocasionada por la arteriosclerosis de las arterias coronarias por la que permaneció hospitalizada durante cuatro años, lo que marcó una desaparición de la vida pública casi total, a pesar de que recibió el alta médica en noviembre de 2016.
Sin embargo, la imagen de la «madre de los tailandeses» sigue estando muy presente en miles de retratos colgados en las calles, hogares y oficinas de todo el país. EFE

