Festival de Miami celebra sus 40 años como vitrina del cine iberoamericano
Miami, 3 mar (EFE).- El Festival de Cine de Miami inicia este viernes su edición 40 celebrando su consolidación como una vitrina para la cinematografía mundial, con especial énfasis en la de América Latina y la producida por realizadores noveles.
El programa de este año incluye más de 140 largometrajes, documentales y cortometrajes de todos los géneros, procedentes de más de 30 países, entre los cuales hay una docena de estrenos mundiales y siete estrenos en Estados Unidos.
Se trata de una de las ofertas mas grandes en la historia de este festival, como dijo a EFE la directora de programación, Lauren Cohen, quien destacó que esta cita anual organizada por la universidad Miami Dade College «brinda oportunidades a cineastas locales e internacionales».
Señaló las alianzas con instituciones locales como la Knight Foundation, que permiten «destacar a los cineastas talentosos aquí en Miami», así como presentar una categoría dedicada a producciones desarrolladas a nivel local.
Levantará esta noche el telón del certamen el actor Ray Romano, conocido por su personaje en la serie televisiva «Everybody Loves Raymond» y quien acude a esta ciudad del sur de Florida (EE.UU.) para presentar su debut como director, «Somewhere in Queens», de la que es protagonista y coautor del guión junto a Mark Stegemann.
Cohen resaltó la lista de celebridades que participarán este año, que se completa con Nicolas Cage, Diego Luna y John Leguizamo, así como la escritora estadounidense Judy Blume y el compositor Nicholas Brittell.
AMPLIA Y REPRESENTATIVA PRESENCIA CUBANA
La presencia de la cinematografía cubana es «amplía y representativa, con un espectro de temas nunca antes visto en este festival», según dijo a EFE Alejandro Ríos, el responsable de seleccionar a las más de diez producciones de temática ligada a esta isla, que forman parte de la programación.
Los espectadores podrán ver un «contraste interesante» de la mano de largometrajes como «El mundo de Nelsito», del director Fernando Pérez («Últimos Días en la Habana»), «Plantados», de Lilo Vilaplana o «Havana Stories», de Eliecer Jiménez Almeida.
Muchas abordan la temática del reencuentro, ocurrido mayormente en Miami, como matizó Ríos, y con el Gobierno surgido tras la revolución en la isla como trasfondo.
«Prácticamente todo es cine independiente, que es casi la norma entre los realizadores cubanos», acotó Ríos.
Destacan además los documentales «Patria y vida: The Power of the Music», ópera prima de la cantante, compositora y actriz española Beatriz Luengo; «Bebo», dirigido por el cineasta cubano exiliado Ricardo Bacallao, y «El adiós de la esperanza», del actor cubano radicado en Miami Lieter Ledesma
De Iberoamérica, Ríos pone de relieve «As Bestas», de Rodrigo Sorogoyen, reciente ganadora en los premios Goya de la Academia Española de Cine, así como «Pequeña Flor», del director Santiago Mitre, cuya galardonada «Argentina, 1985» está nominada al Óscar este año.
PREMIO KNIGHT MARIMBA
Ríos resalta también la coproducción «Vicenta B.», del cubano Carlos Lechuga, «que está prohibida en Cuba» y que en Miami compite por el galardón mas importante del festival, el Premio Knight Marimba, al que también aspira la cinta de Sorogoyen y «Tori and Lokita», de los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne.
Concursan en esta categoría también la francesa «The Gravity», de Cédric Ido; la estadounidense «How to Blow Up a Pipeline», de Daniel Goldhaber; la iraní «Leila’s Brothers», de Saeed Roustaee, y «The Happiest Man in the World», de la macedonia Teona Strugar Mitevska.
El festival será clausurado con «The Lost King», del británico Stephen Frears y protagonizada por Sally Hawkins y Steve Coogan, el sábado 11 de marzo, un día antes de que se proyecte la última película del evento.
La cita cinéfila por excelencia de Miami no tendrá este año como sede oficial el emblemático cine Tower de la calle Ocho de la Pequeña Habana, inaugurado en 1926.
Las autoridades de Miami decidieron no renovar la concesión del Tower hecha hace 2 décadas al Miami Dade College, que lo convirtió en un referente cultural no solo por ser sede del festival, sino por exhibir películas en idioma original durante todo el año.