Finjus alerta sobre grave riesgo del transfuguismo
Santo Domingo, 22 de abril – La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) reiteró que las manifestaciones de transfuguismo observadas en el sistema de partidos políticos de la República Dominicana en los últimos años representan un grave riesgo para la estabilidad, el fortalecimiento y la sostenibilidad del régimen democrático.
Aunque se reconoce el derecho de cualquier miembro de una organización a ejercer su voluntad de retirarse, en muchas ocasiones la forma en que se produce este fenómeno representa una afrenta para los electores que dieron su voto a los candidatos o representantes.
Servio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente de Finjus, señaló que el buen funcionamiento de la democracia depende de la capacidad de articular armónicamente la relación entre los ciudadanos y los candidatos a cargos públicos.
«No obstante, existe el peligro del transfuguismo político, que puede causar la desarticulación de principios y valores fundamentales para el ejercicio democrático de la política, así como la degradación de los códigos éticos y de conducta para la selección de candidatos a cargos públicos», indicó.
Castaños Guzmán afirmó que es urgente fortalecer los mecanismos que promueven los derechos a elegir y ser elegidos, ya que el transfuguismo descontrolado puede generar mayor desencanto e incredulidad sobre las bondades de la democracia, lo que podría derivar en una disminución de la participación ciudadana en la vida democrática de la nación.
«Debemos considerar posibles alternativas para detener el crecimiento del transfuguismo y no descartamos la posibilidad de establecer sanciones electorales-administrativas para abordar las distorsiones que genera», agregó Finjus.
La organización advierte que quienes fomentan el transfuguismo no consideran el daño que causa a los deberes de fidelidad, tolerancia y continuidad asumidos hacia sus seguidores al postularse para un cargo electivo.
«En otras palabras, no demuestran una sólida pertenencia a los intereses que promueven, y como resultado, incrementan los niveles de desinterés y desconfianza de la ciudadanía, distorsionando la esencia del sistema electoral y los pilares del pluralismo político», explicó Finjus.
Por último, Finjus destacó la importancia de que la sociedad redoble su vigilancia ante cualquier manifestación o actitud que pueda perjudicar la transparencia del proceso democrático y ponga en riesgo la estabilidad y credibilidad del sistema de partidos, la gobernabilidad y la cultura política democrática.