FMI insta a República Dominicana a avanzar decididamente en el Pacto Eléctrico y en una reforma fiscal integral
El Banco Central de la República Dominicana anuncia que el informe completo se hará público mañana
Santo Domingo, 19 de noviembre de 2025 – El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) emitió este miércoles un comunicado en el que adelanta que mañana jueves 20 de noviembre se dará a conocer íntegramente el informe correspondiente al proceso de consulta del artículo IV que el Fondo Monetario Internacional (FMI) llevó a cabo con el país, y que fue aprobado por el Directorio Ejecutivo del organismo internacional el pasado 12 de noviembre.
En ese contexto, el FMI ha planteado un conjunto de recomendaciones dirigidas a que República Dominicana acelere reformas estructurales, fortalezca su sistema eléctrico, consolide la política fiscal y prepare su economía para afrontar riesgos externos y vulnerabilidades naturales.
El Banco Central explicó que, tal como era el procedimiento, el informe elaborado por el personal técnico del FMI fue previamente enviado a las autoridades dominicanas para su revisión, y que estas han autorizado su publicación mañana al mediodía en el portal web del organismo.
Las autoridades dominicanas decidieron que ese momento era el oportuno para poner el documento a disposición del público. Al mismo tiempo, la divulgación del informe sigue una práctica de transparencia que busca aportar al debate público sobre economía y política pública.
En su comunicado, el FMI destaca que el Directorio Ejecutivo concluyó la consulta del Artículo IV con la República Dominicana el 12 de noviembre, y que las autoridades locales habían pedido tiempo para considerar su publicación.
El organismo resalta que, si bien la economía dominicana cuenta con fundamentos sólidos y un margen de maniobra política razonable, advierte que el éxito futuro dependerá de la implementación decidida de reformas que vienen demorándose, particularmente en el ámbito eléctrico, fiscal y estructural.
Entre las conclusiones preliminares, el FMI proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) de la República Dominicana cerrará el año 2025 con un crecimiento de aproximadamente 2.5 por ciento, y que el avance económico podría acelerarse en 2026 hasta entre 4.5 por ciento y 5 por ciento.
Al mismo tiempo, estima que la inflación se mantendrá en torno a la meta de 4 ± 1 por ciento, con un cierre estimado para 2025 de cerca de 3.7 por ciento. Dichas proyecciones apuntan a una economía que ha recuperado propulsión tras la desaceleración observada a finales de 2024 y durante el primer semestre de 2025, atribuida al empeoramiento del entorno financiero global y el aumento de la incertidumbre externa.
El informe subraya que la República Dominicana está en condiciones de absorber choques gracias a la solidez de sus fundamentos económicos, incluidas las reservas externas, la inversión extranjera directa (IED) que financia el déficit de cuenta corriente, y un sistema financiero que reviste resiliencia.
Sin embargo, el FMI advierte que el margen de error es reducido: la demora o la implementación parcial de las reformas podría derivar en un crecimiento más lento, mayores vulnerabilidades fiscales o un deterioro de la cadena de ahorro‑inversión.
Enfoque en las recomendaciones
Una de las recomendaciones de mayor peso del FMI es que el Gobierno dominicano ejecute con firmeza el programa de reformas planteado y que priorice la puesta en marcha total del denominado Pacto Eléctrico.
Según el organismo, “la implementación integral del Pacto Eléctrico es imprescindible para reducir los riesgos fiscales y garantizar la resiliencia del sector”. Este componente adquiere especial relevancia dada la histórica carga que sobre las finanzas públicas ha representado el déficit del sistema eléctrico, los subsidios generalizados y el impacto de la generación sobre los recursos estatales.
Otra línea clave es la estructuración de una estrategia de ingresos de mediano plazo, bien comunicada a los agentes económicos y la ciudadanía, con miras a sentar las bases para una reforma fiscal más amplia.
El FMI recuerda que, aunque el país ha mostrado avances, la consolidación fiscal debe acelerarse mediante la movilización de mayores ingresos públicos y la mejora de la calidad del gasto. En ese sentido, sugiere medidas como la eliminación de subsidios generalizados, una focalización más precisa de las transferencias sociales, y la mejora de la eficiencia del gasto público.
En el ámbito monetario, el organismo considera que la política vigente es adecuada en términos generales, pero insiste en que fortalecer el mecanismo de transmisión de la política monetaria contribuiría a potenciar el esquema de metas de inflación y a reducir las medidas excepcionales de liquidez.
Asimismo, señala que el desarrollo de los mercados de capitales contribuye a que la política monetaria sea más eficiente. En cuanto a la tasa de cambio, el FMI recomienda mantener la flexibilidad cambiaria, con intervenciones ocasionales para suavizar choques de gran magnitud, al tiempo que se trabaje en la reconstrucción de los niveles de reservas internacionales para reforzar la estabilidad externa.
En materia financiera, el FMI valora que el sistema bancario dominicano siga siendo sólido y que los riesgos sistémicos se mantengan limitados. Al mismo tiempo, llama a la adopción de las normas internacionales de capital —tales como las de Basilea III—, a la implementación de un conjunto de herramientas de política macroprudencial más amplio y al fortalecimiento del marco para la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo.
Estas medidas, según el informe, son esenciales para preservar la estabilidad del sector y generar confianza entre los inversionistas nacionales y extranjeros.
El FMI también pone especial atención en la agenda de reformas estructurales que la República Dominicana viene promoviendo como parte de su plan de alcanzar la condición de economía de ingreso alto, de acuerdo con el Plan Meta 2036.
En ese sentido, el organismo señala que para alcanzar esos objetivos se requieren mejoras en la gobernanza pública, avances en la seguridad social y laboral, inversión eficiente en infraestructura, así como fortalecimiento de los sectores de educación y salud.
Asimismo, destaca que la alta vulnerabilidad del país ante desastres naturales —huracanes, inundaciones, sequías— exige adoptar un enfoque integral para la mitigación de riesgos y una mayor resiliencia fiscal y estructural frente a eventualidades. El informe sugiere que los marcos para la gestión de riesgos de desastres naturales deben incorporarse dentro del marco fiscal de mediano plazo.
Balance externo y financiero
El informe señala que la posición externa de la República Dominicana está en línea con sus fundamentos económicos y las políticas aplicadas hasta ahora. Proyecta que el déficit de cuenta corriente podría reducirse en 2025 a alrededor del 2.5 por ciento del PIB, gracias al respaldo de las exportaciones, las remesas y a que dicho déficit estará completamente financiado por inversión extranjera directa. Esta condición es considerada por el FMI como una fortaleza significativa que permite al país contar con mayor espacio para maniobrar ante deterioros externos.
Respecto al déficit fiscal y la deuda pública, el FMI observa que ambos indicadores irán gradualmente descendiendo, lo cual responde en parte a la reducción esperada de las pérdidas del sector eléctrico y a una mejor focalización de los subsidios a la energía eléctrica y los combustibles.
Ello, combinado con un marco fiscal de mediano plazo y una reforma de ingresos, contribuirá a liberar recursos para una mayor inversión pública sin comprometer la estabilidad macroeconómica.
El organismo advierte que, aunque los riesgos están sesgados a la baja —es decir, que la probabilidad de que la economía lo haga peor que la línea central de sus previsiones es mayor que la de que lo haga mejor— el país está bien posicionado para afrontarlos, siempre que se mantengan políticas prudentes y se avance con decisión en las reformas.
Los riesgos externos identificados incluyen la prolongación del endurecimiento de las condiciones financieras globales, volatilidad en los precios de las materias primas, perturbaciones en el comercio mundial, así como la exposición a desastres naturales que pueden generar importantes costos fiscales y pérdidas de productividad.
No obstante, el informe señala que hay también oportunidades positivas: por ejemplo, la República Dominicana podría beneficiarse de una desviación de comercio y de mayores flujos de IED debido a cambios en la geopolítica y las cadenas globales de producción.
Internamente, el informe destaca que la demora en la implementación de reformas e inversión pública podría ser un factor desfavorable para el crecimiento futuro, mientras que su ejecución robusta —especialmente del pacto eléctrico y de las reformas fiscales— constituiría un factor claramente favorable.
El FMI elogió los esfuerzos continuos que realiza el país para fortalecer las políticas e instituciones, promover reformas pro‑empresariales y mantener un desempeño macroeconómico robusto en las últimas dos décadas.
Reconoció que la economía dominicana ha construido una trayectoria positiva, apoyada en marcos institucionales sólidos y buenos resultados macroeconómicos, lo cual ha generado confianza entre los mercados y los agentes económicos.

