Ganadería afirma que brote de Peste Porcina Africana está bajo control y pide no generar alarma
Santo Domingo, 25 de marzo – La Dirección General de Ganadería (Digega) aseguró que el brote de Peste Porcina Africana (PPA) detectado en la zona norte del país está bajo control, a pesar de la preocupación manifestada por algunos sectores.
Según el director de la institución, Abel Madera, la situación ha sido utilizada con fines políticos para generar alarma, cuando en realidad se trata de una enfermedad endémica que no representa un riesgo para la salud humana.
Madera explicó que la PPA no es un problema nuevo en la República Dominicana, ya que el virus ha estado circulando en el país desde 2021, cuando se detectó por primera vez. En ese sentido, destacó que la enfermedad tiene un comportamiento cíclico, similar al dengue en los humanos, con periodos de incremento y disminución en su incidencia.
«Al igual que otras enfermedades endémicas, como el dengue, la PPA tiende a presentar picos y caídas de casos, lo que es normal en su evolución. En un momento determinado, el virus baja un poco y en otro sube», explicó Madera.
El funcionario insistió en que el supuesto «rebrote» no es más que una fase de la enfermedad, la cual, según sus declaraciones, está completamente controlada por las autoridades sanitarias.
Para mitigar los efectos del brote, la Dirección General de Ganadería ha fortalecido las acciones de control, entre ellas la restricción del movimiento de los animales en las zonas afectadas, la instalación de nuevas brigadas de control sanitario y el refuerzo de los puntos de inspección en lugares estratégicos como Navarrete y el cruce de Pajón.
Madera indicó que hasta hace apenas 15 días, el manejo de la PPA estaba a cargo de un mando de incidencias, pero ahora la responsabilidad ha sido asumida directamente por la Digega, lo que ha permitido una mejor coordinación de los esfuerzos para contener la enfermedad.
Consultado sobre las posibles consecuencias económicas del brote, Madera recordó que el Gobierno ha estado compensando a los productores cuyos cerdos han sido sacrificados como medida de prevención.
«Desde que se detectó la enfermedad en 2021, el Estado ha estado respaldando a los productores para evitar que la crisis sanitaria se transforme en una crisis económica», aseguró.
Según datos oficiales, en el último año, 234 productores han sido afectados por la PPA, lo que ha resultado en el sacrificio de una cantidad significativa de cerdos. Sin embargo, estos sacrificios han sido acompañados de compensaciones económicas por parte del Gobierno, con el objetivo de mitigar las pérdidas.
Madera destacó que la Dirección General de Ganadería mantiene un monitoreo constante de la enfermedad y que se han llegado a tomar hasta 600 muestras diarias en más de 400 granjas, tanto pequeñas como grandes, para verificar la presencia del virus.
Sobre la fuente de los contagios, Madera explicó que, si bien las primeras semanas del brote afectaron granjas comerciales de tamaño mediano, la mayoría de los casos recientes se han detectado en crianzas de traspatio.
«Las granjas que dan alimento controlado tienen menos posibilidades de que les llegue la enfermedad», afirmó.
Uno de los principales factores de riesgo en las pequeñas granjas es el uso de desechos de comida como alimento para los cerdos, ya que estos pueden contener restos contaminados con el virus. En contraste, las granjas comerciales aplican controles más estrictos de bioseguridad, lo que reduce la posibilidad de transmisión.
Consciente de que la bioseguridad es clave para evitar la propagación de la PPA, la Dirección General de Ganadería ha intensificado sus esfuerzos para educar a los productores sobre la importancia de aplicar medidas preventivas.
Madera informó que, en conjunto con el Banco Agrícola, se han desarrollado programas de financiamiento y donaciones para ayudar a los ganaderos a implementar mejores prácticas sanitarias en sus granjas.
El periódico elCaribe consultó a Miguel Olivo, presidente de la Federación Nacional de Porcicultores, para conocer la perspectiva del sector privado sobre la situación de la enfermedad.
Olivo evitó dar declaraciones inmediatas, pero adelantó que la federación fijará su posición en una rueda de prensa programada para el miércoles en la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD).
«En la federación están agrupadas las asociaciones, cooperativas de productores y los propios productores. Entonces, cuando fijemos posición vía la cooperativa, está hablando el sector completo», dijo en conversación telefónica con elCaribe.
Ante la creciente preocupación generada por la difusión de información sobre la PPA, Madera fue enfático en descartar que se trate de una emergencia sanitaria.
«No es necesario alarmarse. Una enfermedad endémica, por definición, no es una emergencia, sino una condición que ya está presente de manera constante en el país», insistió el funcionario.
En cuanto a la situación específica en Dajabón, uno de los focos recientes del brote, Madera aseguró que el Gobierno está comprometido con la recuperación de los productores afectados y que las acciones implementadas hasta ahora buscan minimizar las pérdidas y evitar una mayor propagación del virus.
Pese a la presencia de la PPA en el país, la porcicultura sigue siendo un sector clave en la economía agropecuaria dominicana. Con el apoyo gubernamental a los productores, la implementación de medidas sanitarias y la mejora de las condiciones de bioseguridad, se espera que la industria pueda seguir operando sin una afectación grave en su producción.