Génesis del conflicto Moscú-Kiev
Juan Guiliani Cury
Después de la toma del territorio de Crimea por fuerzas del Kremlin en 2014, surgieron una serie de amenazas anónimas o no de que Rusia en un momento dado invadiría Ucrania, quien hace frontera al este con Rusia, al este, Bielorrusia, al norte y Moldavia, Rumanía y Hungría, al suroeste Con Polonia y Eslovaquia al oeste. Los habitantes de Ucrania a pesar de haberse hecho ecos de dichos rumores decían que ellos y los rusos eran una especie de hermanos, que de hecho lo son. Negaban en entrevistas que le hacían medios extranjeros que Moscú los invadiera, y no le dieron ese sustento de credibilidad a dichas probabilidades. Pero antes, empezaba el desplazamiento de tropas rusas a lo largo de su frontera, las cosas recomenzaron a cambiar y las tropas rusas entraron en acción militar el 24 de febrero pasado, atravesando las líneas fronterizas ucranianas hasta el día de hoy. Los enfrentamientos entre ambos bandos han arrojado miles de muertos y heridos, además de una enorme destrucción de edificaciones físicas y de infraestructuras en el territorio ucraniano, y donde más de 6 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares y toda sus pertenecientes a otros países, principalmente al vecino Polonia. El pasado lunes 9 de mayo precisamente, Moscú, celebraba un nuevo aniversario del Día de la Victoria, referente al triunfo del ejército soviético en la Alemania nazi. Millones de ciudadanos judíos fueron liberados por la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) que declararon el fin del dominio de la dictadura de Adolfo Hitler y el régimen del Tercer Reich. La decisión del presidente ruso Vladimir Putin – de acuerdo a lo expresado – por el Kremlin de invadir Ucrania, han sido por motivos de seguridad interna, según lo declaró el mismo Putin, en el desfile militar del 9 de mayo. Todo esto tiene que ver también con el Protocolo de Minsk, del 2014 sobre la creación de una zona de seguridad fronteriza entre Ucrania y Moscú. El objetivo de este acuerdo era poner fin a los enfrentamientos entre soldados ucranianos y los separatistas prorrusos, territorios que finalmente fueron declarados Estados independientes (Donetsk y Luhansk) por Vladimir Putin, y que Occidente, igual acusó al Kremlin de violar dichos acuerdos. El resto es otra historia.