Guatemala: Corte da amparo definitivo a partido Semilla y frena suspensión de personalidad jurídica

CIUDAD DE GUATEMALA, 18 agos — La Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Guatemala dio el viernes un espaldarazo al partido del candidato progresista Bernardo Arévalo, al frenar la suspensión de su personalidad jurídica a solo dos días de la segunda vuelta electoral de unos comicios presidenciales marcados por semanas previas de fuertes tensiones políticas y en medio de llamados del mandatario saliente de condena a la injerencia extranjera.

Rudy Esquivel, vocero de la CSJ, dijo a periodistas que la Corte otorgó un amparo definitivo al partido Movimiento Semilla para que se le ordenara al Tribunal Supremo Electoral no acatar la resolución de un juez que, a petición de la Fiscalía, ordenó suspender la personalidad jurídica del partido para evitar que participara en elecciones. Alegaba presuntas irregularidades en las firmas con las que se constituyó como partido.

La decisión aún es apelable ante la Corte de Constitucionalidad.

Según la Ley Electoral y de Partidos Políticos, ningún partido puede ser suspendido o cancelado mientras se este llevando a cabo un proceso electoral.

Las decisiones del juez Fredy Orellana y las acciones de los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso contra el partido Semilla, que incluyeron allanamientos, secuestro de la documentación original de la creación del partido y órdenes de aprehensión, generaron rechazo nivel nacional e internacional por considerar que había una intención de bloquear su participación política en la segunda vuelta.

El partido de izquierda postula al candidato Bernardo Arévalo, que ha ofrecido combatir la corrupción en el país.

Juan Guerrero Garnica, abogado y fiscal nacional de la organización política, dijo a The Associated Press que aún no habían sido notificados, pero que era lo que en ley esperaban que se resolviera.

Arévalo disputará el domingo la presidencia contra la ex primera dama Sandra Torres propuesta por el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), de derecha.

El presidente guatemalteco saliente, Alejandro Giammattei, hizo un llamado el viernes para que los ciudadanos acudan el domingo a que “libre y de forma consiente ejerzan su derecho al voto”.

“Hemos condenado, de forma férrea, la injerencia extranjera que ha intentado vulnerar nuestra soberabía”, agregó. El mandatario ratificó que su gobierno brinda todas las garantías para que las votaciones se realicen en un clima de paz y seguridad y se comprometió a “propiciar un proceso de transición ordenado, transparente y eficiente” con el nuevo gobierno que sea electo.

El viernes Torres, la ex primera dama que busca por tercera vez ganar la presidencia de Guatemala, cerró su campaña electoral con la promesa de entregar ayuda social y advertencias sobre un eventual resultado adverso.

Torres se alió al oficialismo, a exmilitares vinculados con la guerra civil (1960-1996), a iglesias evangélicas y a los partidos políticos que perdieron en la primera ronda de junio para alcanzar su objetivo. Cientos de alcaldes oficialistas le han manifestado su apoyo para la segunda vuelta que disputará el domingo con el candidato de izquierda Bernardo Arévalo.

“Hoy más que nunca hemos dejado a un lado nuestras banderas políticas, hemos dejado a un lado nuestros colores partidarios para trabajar por la unidad de nuestro país, por la unidad de Guatemala”, dijo en referencia a sus alianzas. Agregó que Guatemala es un país pobre pero que eso cambiará en su gobierno.

Con música de cumbia de fondo y entre vasos, gorras y camisetas con el logotipo del partido, máscaras con su rostro y comida para los asistentes Torres dio su discurso minutos antes de que finalizara el período legal para realizar campaña electoral y que finalizó el viertes al mediodía.

Walter Sec, de 40 años y vendedor de verduras en La Terminal, se quejó el viernes de la suba de precios y explicó que ahora vende una caja de tomates por 200 quetzales en comparación con los 120 o 150 de pocos años atrás.

Sec dijo que el domingo que votaría por Arévalo porque “es más transparente a comparación de la otra candidata”. El comerciante espera que Arévalo ayude a estabilizar los precios pero más que nada busca un gobierno honesto. Ha escuchado lo que dice Torres sobre Arévalo pero no le preocupa.

“Todo ser humano tiene defectos. Ahora hay que votar por el que tiene menos defectos”, dijo el comerciante.

La ex primera dama -quien durante el mandato de su fallecido exesposo Álvaro Colom (2008-2012) desempeñó un importante rol en la asistencia social- va acompañada del pastor evangélico Romeo Guerra como vicepresidente.

Guerra, que aboga por la defensa de la familia y está en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, dijo que el país debe gobernarse “con la ley de Dios pero también con la constitución de la República de Guatemala” y advirtió que el otro partido viene en contra de nuestra familia, pero con la ayuda de Dios no vamos a permitir esto”.

Guatemala pasó por varias transiciones democráticas luego de la guerra civil de 36 años que terminó en 1996. Desde entonces los guatemaltecos se han sentido cada vez más frustrados con un sistema político que parece amañado para beneficiar a unos pocos.

La percepción local e internacional es que el Estado de Derecho y las instituciones democráticas se han debilitado y que el presidente saliente Alejandro Giammattei cooptó a la Fiscalía General y a otros organismos para perseguir a sus enemigos políticos y asegurar la impunidad de los acusados de corrupción.

El gobierno de Estados Unidos suspendió la cooperación con la oficina de la Fiscal General Consuelo Porras y luego la sancionó por presunta participación en “corrupción significativa y socavamiento de la democracia”. El debilitamiento institucional aceleró su deterioro a partir de 2019 cuando el entonces presidente Jimmy Morales (2016-2020) expulsó a una exitosa misión anticorrupción respaldada por las Naciones Unidas.

Bajo el mandato de Giammattei quienes lucharon contra la corrupción fueron perseguidos. La oficina de Porras amenazó con cargos contra más de dos docenas de fiscales y jueces, quienes huyeron al exilio. Lo mismo ocurrió con periodistas y activistas de derechos humanos críticos del gobierno.

El aumento del costo de vida, las posibilidades limitadas de empleo y el crecimiento de la delincuencia han empujado a miles de guatemaltecos a emigrar en gran número hacia Estados Unidos en los últimos años.

AP

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