Guerra en Ucrania, año 3
Por Elda Cantú
The New York Times
Cuando Rusia emprendió su “operación militar especial” en Ucrania, hace 24 meses, muchos analistas anticiparon que Moscú rápidamente doblegaría a las fuerzas ucranianas para tomar el control del país vecino.
Pero, al cumplirse dos años de la invasión rusa, la sangrienta guerra ha ocasionado devastación en Ucrania, aisló a Rusia y aumentó la incertidumbre económica mundial.
“La guerra”, escribió recientemente desde Járkov, Ucrania, Carlotta Gall corresponsal sénior del Times, “ha afectado a todas las familias: miles de civiles muertos, cerca de 200.000 soldados muertos y heridos, y casi 10 millones de refugiados y desplazados en un país de casi 45 millones de habitantes”.
En el segundo aniversario de la guerra, reportó Carlotta, los ucranianos dicen estar cansados pero decididos. “Cada misil que nos disparan no hace más que avivar nuestra furia”, le dijo un integrante de la policía de Járkov.
De hecho, hace poco nuestros colegas que cubren Rusia hicieron un balance de la situación allá. Según sus informes [en inglés], Rusia ahora controla el 18 por ciento de Ucrania, los salarios al interior del país han aumentado debido al envío de tropas al frente de batalla y el PIB crece a causa del estímulo del gasto de guerra. Si bien las sanciones internacionales tuvieron inicialmente un efecto negativo en la economía rusa, el comercio con India, Turquía y China le ha dado un gran impulso. El mes pasado, el 71 por ciento de los rusos consideraron que el país iba en la dirección correcta.
No obstante, hay quienes consideran que el presidente ruso va perdiendo la guerra. “Si la finalidad fundamental de la guerra de Putin era mantener a Ucrania dentro de la órbita —política, cultural y económica— de Rusia, ha conseguido el efecto contrario”, escribió en una columna de Opinión reciente Rajan Menon, director del programa de estrategia en Defense Priorities, una fundación sin fines de lucro con expertos de política exterior con sede en Washington.
Menon también considera que la guerra ha tenido el efecto de cohesionar a la Unión Europea frente a Rusia y de darle impulso a la OTAN, una organización militar que está por añadir un miembro más al permitir el ingreso de Suecia, con lo que la alianza de defensa europea aísla más a Rusia.
Del otro lado del Atlántico, y en preparación a las elecciones presidenciales de noviembre, el Congreso de EE. UU. ha titubeado en su apoyo a Ucrania y ha demorado la liberación de ayuda militar. El lunes, los líderes europeos se reunieron para intentar destrabar el impasse, ocasionado en gran medida por los republicanos que se oponen al gobierno de Joe Biden.
“Ciertamente hemos llegado a un momento necesario de llamada de atención”, dijo Emmanuel Macron en París frente a varios líderes mundiales. “Rusia no puede y no debe ganar esta guerra”.
En un discurso por el aniversario de la guerra, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski se mostró optimista, a pesar de las demoras en la entrega de ayuda militar por parte de EE. UU.
“El primer año fue de supervivencia”, dijo. “El segundo año, tras el invierno, fue de resiliencia”, añadió. “Ahora es un momento muy fuerte de unidad”.
“Cuando veo todas estas heridas y cuerpos destrozados, y tantas discapacidades físicas, es horrible”, le dijo a Carlotta una cirujana que logró huir del país y luego regresó. “Quiero que esta guerra termine”.
The New York Times