Guy Philippe llama a la desobediencia civil y empuja a Haití hacia un peligroso camino de violencia
Santo Domingo, 16 de enero – Haití se encuentra inmerso en un nuevo escenario de protestas, destrucción y amenazas, liderado por el exlíder rebelde golpista, Guy Philippe, quien ha sembrado el temor en la población con sus declaraciones de tomar el poder por la fuerza.
En las regiones del Noroeste, Norte y Noreste del país, se han registrado manifestaciones, barricadas e incendios de neumáticos en las vías públicas, junto con el cierre forzado de ministerios y ataques a viviendas.
Cualquier atisbo de esperanza para avanzar en un proceso de diálogo y entendimiento en busca de la reconciliación y la paz en Haití parece haber desaparecido por ahora.
Guy Philippe, deportado desde Estados Unidos por cargos de narcotráfico, ha oscurecido aún más el panorama desde su llegada el 30 de noviembre de 2023, mostrando su determinación de impedir cualquier solución pacífica a cualquier precio.
El exlíder rebelde tiene cuatro opciones ante él: golpe de Estado, golpe de fuerza, consenso o negociaciones y elecciones. Sin embargo, sus prioridades están claras, buscando el poder con urgencia y mostrando su disposición a lograrlo mediante la fuerza armada. Para Philippe, las elecciones son la última opción.
Su llamado a la desobediencia civil, realizado recientemente, marca un paso que podría iniciar una peligrosa aventura belicista, generando preocupación en la población haitiana, ya saturada de incertidumbre y violencia.
«Ha llegado el momento de derrocar este sistema que se regenera constantemente», advirtió Philippe en un mensaje difundido en redes sociales, llamando a los residentes a prepararse para la revolución y a iniciar hostilidades en diferentes departamentos del país.
La amenaza de las bandas armadas se agrava con la peligrosa perspectiva de Philippe, quien ha expresado su disposición a tomar el poder por la fuerza a través de su partido político, Despertar Nacional para la Soberanía de Haití.
Philippe ha estado activo en comunidades cercanas a la frontera con la República Dominicana, específicamente en Juana Méndez, solicitando el apoyo de la Brigada de Seguridad de Áreas Protegidas (BSAP) para respaldar a la población haitiana, como lo hizo durante la construcción del canal de riego alrededor del río Masacre.
Este fin de semana, miles de partidarios de Philippe exigieron la renuncia del primer ministro, Ariel Henry, protagonizando barricadas, quema de neumáticos en carreteras y ataques a la casa del exsenador Sorel Jacinthe, firmante del acuerdo del 21 de diciembre.
La manifestación provocó el cierre de bancos comerciales, escuelas y oficinas públicas, paralizando pequeños negocios y el transporte público. Philippe, en sus discursos, insiste en desatar una revuelta armada y derrocar al gobierno, advirtiendo a las autoridades que dimitan de sus cargos o serán expulsadas por su «revolución».