Harris se presenta como el contrapunto a un “Trump sin límites” al aceptar la nominación
Chicago (EE.UU.) (EFE).- La vicepresidenta y oficialmente candidata demócrata para la presidencia, Kamala Harris, calificó al exmandatario Donald Trump (2017-2021) como un hombre “poco serio” que traería “serias” consecuencias para el país de volver a la Casa Blanca.
Si sale victorioso en las elecciones de noviembre, Trump usará los “enormes poderes de la presidencia” para beneficiarse “a sí mismo”, aseguró Harris en un discurso donde hizo historia al convertirse en la primera mujer afroamericana en ser la candidata presidencial de uno de los dos principales partidos de Estados Unidos.
“Sabemos cómo sería un segundo mandato de Trump”
Harris recordó cómo Trump “intentó descartar el voto” de los estadounidenses cuando perdió las elecciones de 2020 y esparció teorías conspiratorias sobre fraude electoral, incluso invitando a una turba de sus seguidores a asaltar el Capitolio el 6 de enero de 2021, cuando las dos Cámaras del Congreso iban a certificar la victoria del presidente estadounidense, Joe Biden.
Harris, que fue fiscal de distrito en San Francisco y fiscal general de California antes de llegar al Senado y luego a la Vicepresidencia, recordó las múltiples causas judiciales a las que se ha enfrentado Trump y habló de algunas de las propuestas del exmandatario, como dar ventajas fiscales a los ricos.
“Sabemos cómo sería un segundo mandato de Trump”, afirmó Harris, quien a continuación proclamó: “¡No vamos a dar marcha atrás! ¡No vamos a dar marcha atrás!”.
A continuación, miles de asistentes empezaron a corear “¡No vamos a dar marcha atrás!”, frase que se ha convertido en un lema de su campaña presidencial.
Trump, que está comentando en directo las declaraciones de Harris en su red social Truth Social, escribió en letras mayúsculas al mismo tiempo: “¿ESTÁ HABLANDO DE MÍ?”.
Kamala Harris destaca su “inesperado viaje” político
La ya candidata demócrata destacó en el discurso en el que aceptó la nominación a la Casa Blanca su camino “inesperado” y los paralelismos con los desafíos de su madre inmigrante, originaria de la India.
“Estados Unidos, el camino que me ha traído aquí desde hace unas semanas ha sido, sin duda, inesperado. Pero no soy ajena a los viajes improbables”, aseguró Harris.
Harris honra a su madre en el discurso de apectación
“Mi madre Shyamala Harris tuvo uno de ellos, ella misma. La echo de menos cada día y especialmente ahora. Sé que está mirando desde arriba esta noche y sonriendo”, expresó la actual vicepresidenta en referencia a la muerte en 2009 de su madre, una figura central de su vida.
Según recordó, su madre tenía 19 años cuando se cruzó “el mundo ella sola”, viajando de la India a California con un “sueño inamovible de ser una científica que curaría el cáncer de mama”, un área en la que logró importantes avances convirtiéndose en una de las investigadoras más destacas en ese campo.
La vicepresidenta recordó las enseñanzas de su madre y explicó cómo cada vez que ella y su hermana, Maya, se quejaban de alguna injusticia, su madre les decía: “Hagan algo al respecto”.
La cuestión migratoria
Harris aseguró que Estados Unidos puede regularizar a los más de once millones de migrantes indocumentados que viven en el país, a la vez que “proteger” la frontera con México.
“Creo que podemos hacerle justicia a nuestra herencia como nación de migrantes y reformar nuestro sistema de migración roto”, dijo la lideresa.
La vicepresidenta prometió a su vez revivir e inscribir permanentemente en la ley un polémico pacto migratorio, alcanzado de manera bipartidista, que incluía las mayores restricciones al sistema de asilo en años.
“Me rehúso a participar en juegos políticos con nuestra seguridad y aquí tienen mi compromiso: como presidenta, traeré de vuelta el proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza”, insistió Harris ante una animada multitud, que la recibió en el escenario con gritos y aplausos.
El acuerdo, que fue criticado duramente por grupos en defensa de los derechos humanos y no alcanzó el apoyo suficiente para pasar a votación, no incluía ninguna vía para legalización de los migrantes que ya están en EE.UU. o para que las personas que buscan emigrar hacia el país.
Harris hizo notar en su discurso que el pacto había sido apoyado en su momento por el sindicato de la Patrulla Fronteriza y no hizo mención específica sobre cómo ofrecerá a las personas que viven sin un estatus legal un camino hacia la ciudadanía.
A la defensa de Israel
En un aparte de su pronunciamiento, la demócrata consideró que el derramamiento de sangre en la Franja de Gaza es “devastador” y “desgarrador”, pero también se comprometió a defender a Israel.
“Déjenme ser clara: siempre defenderé el derecho de Israel a defenderse, y siempre garantizaré que Israel tenga la capacidad de hacerlo”, manifestó.
La vicepresidenta consideró que el pueblo de Israel no debe volver a enfrentarse al “horror” que el grupo palestino Hamás infligió con su ataque del 7 de octubre, y afirmó que ella y el presidente estadounidense, Joe Biden, trabajan sin descanso para lograr la liberación de los rehenes capturados ese día y un alto el fuego en la Franja de Gaza.
Pese a respaldar a Israel, Harris también se refirió de manera franca al sufrimiento provocado por la guerra en Gaza durante diez meses, que se ha cobrado más de 40.000 vidas en el enclave palestino.
“Al mismo tiempo, lo ocurrido en Gaza durante los últimos diez meses es devastador. Se han perdido tantas vidas inocentes. Gente desesperada y hambrienta huyendo una y otra vez en busca de seguridad. La magnitud del sufrimiento es desgarradora”, añadió.
“El presidente Biden y yo trabajamos para poner fin a esta guerra, de modo que Israel esté seguro, los rehenes sean liberados, el sufrimiento en Gaza termine y el pueblo palestino pueda hacer realidad su derecho a la dignidad, la seguridad, la libertad y la autodeterminación”, subrayó.
El apoyo del Gobierno de Biden y de Harris a Israel se ha convertido en punto de tensión en la Convención Nacional Demócrata celebrada este jueves en Chicago.
Harris ya es oficialmente candidata demócrata
Kamala se convirtió en la candidata del partido siguiendo un camino inusual porque, a diferencia de anteriores nominados, no se sometió a un proceso de primarias.
Las primarias del Partido Demócrata las ganó el presidente estadounidense, Joe Biden, que no tenía rivales significativos, pero el 21 de julio anunció que ponía fin a su campaña a la Presidencia tras recibir presiones de su partido por una nefasta actuación en un debate televisivo contra el expresidente republicano Donald Trump.
Entonces, Biden pidió al partido que se uniera en torno a Harris y hoy aceptó oficialmente la nominación a la Presidencia del Partido Demócrata.
Harris hace historia al aceptar la nominación
Harris hizo historia al aceptar la nominación del Partido Demócrata a la Casa Blanca, convirtiéndose en la primera mujer afroamericana y la primera persona de origen sudasiático en lograrlo.
“En nombre de todos aquellos cuya historia solo podría escribirse en la mayor nación de la Tierra, acepto su nominación para ser la presidenta de los Estados Unidos”, dijo Harris.
Sus palabras fueron recibidas con una estruendosa ovación y gritos de alegría por las miles de personas congregadas en el estadio United Center de Chicago, donde se celebró esta semana la Convención Nacional Demócrata, que alcanza hoy su punto álgido con el discurso en el que Harris se convierte oficialmente en la candidata del partido.
Cuando Harris levantaba la vista podía ver a cientos de mujeres vestidas de blanco, el color que unía a las sufragistas y con el que querían demostrar que sus protestas no eran agresivas, además de simbolizar pureza, moralidad y legitimidad en su lucha.
Hasta ahora, solo una mujer había recibido la nominación presidencial demócrata: Hillary Clinton, quien en 2016 optó por el blanco para aceptar la candidatura en la convención del partido celebrada en Filadelfia.
Harris, vestida de azul oscuro, utilizó su discurso, transmitido en directo por las principales cadenas de televisión del país, para narrar su historia personal, criticar al candidato republicano y expresidente Donald Trump, y explicar sus principales propuestas políticas.
La vicepresidenta se convirtió en candidata de manera inusual porque, a diferencia de anteriores nominados, no se sometió a un proceso de primarias.
Un proceso que comenzó con Biden como candidato
Las primarias del Partido Demócrata las ganó el presidente estadounidense, Joe Biden, que no tenía rivales significativos, pero el 21 de julio anunció que ponía fin a su campaña a la Presidencia tras recibir presiones de su partido por una nefasta actuación en un debate televisivo contra Trump.
Entonces, Biden pidió al partido que se uniera en torno a Harris y, rápidamente, la mayoría de los delegados que habían sido elegidos durante el proceso de primarias le brindaron su apoyo.
A principios de mes, votaron a favor de su candidatura en una votación virtual y el martes, segundo día de la convención, la refrendaron como candidata demócrata.EFE