Huelga parcial en el Cibao: Demandas sociales y controversias marcan la jornada
Santiago, 13 noviembre – Con una reducción mínima en la circulación vehicular y una presencia importante de fuerzas policiales y militares, dio inicio esta mañana la huelga regional de 24 horas convocada por la Coalición de Organizaciones Populares en las 14 provincias del Cibao Central. El paro busca abordar diversas reivindicaciones sociales, aunque la jornada se ha desarrollado de manera parcial en distintas zonas.
El domingo por la tarde, más de diez jóvenes fueron detenidos en San Francisco de Macorís mientras participaban en una marcha. Se espera que sean liberados a lo largo de este lunes.
En sectores como Cienfuegos, Camboya y los Ciruelitos, en Santiago, se reportaron actos de protesta con quema de neumáticos y arrojo de desechos a las calles. Sin embargo, en áreas como Del Sol, 16 de Agosto, Duarte, Sánchez, Mella, Independencia, Restauración, 30 de Marzo, Beller y la plaza Valerio, los negocios operaban con relativa normalidad, aunque con una clientela reducida.
Algunos propietarios de tiendas y supermercados afirmaron que mantenían su horario laboral regular.
En cuanto al transporte público, la mayoría de las rutas urbanas e interurbanas continuaron operando a más del 85 por ciento de su capacidad. La Federación de Trabajadores del Transporte de la Región Norte (FETTRANRENO) no respaldó la huelga, argumentando que no se reunieron con los organizadores.
A nivel nacional, la Confederación Nacional de Transporte (CONATRA) y la Federación Nacional de Trabajadores del Transporte Social Cristiano (FENATTRANSC) rechazaron el llamado a paro. La Federación Dominicana de Cámaras de Comercio (FEDOCAMARAS) también expresó su oposición.
Los municipios donde la huelga tuvo mayor impacto fueron Navarrete, Licey al Medio, Esperanza, San Francisco de Macorís, Nagua y la provincia Espaillat (Moca). Se observó el lanzamiento de fundas de basura a las calles en las primeras horas del paro.
Los centros educativos públicos y privados permanecieron abiertos, aunque algunos registraron una baja significativa de estudiantes, ya que muchos padres optaron por no enviar a sus hijos para evitar posibles inconvenientes.
En los establecimientos comerciales, se intensificó el patrullaje policial, y unidades de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) fueron militarizadas para garantizar la seguridad de conductores y pasajeros.
Además de la demanda de reducción de precios en artículos de primera necesidad, el Colectivo de Organizaciones Populares exige la disminución de tarifas eléctricas y de agua potable, así como la ejecución de diversas obras viales..
