Hugo Beras cuestionó a Contraloría y Compras por fallas en el contrato del plan de semaforización antes de su arresto
Santo Domingo, 3 de octubre – Hugo Beras, exdirector del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), rompió su silencio y señaló directamente a la Contraloría General de la República y a la Dirección General de Compras y Contrataciones por su supuesta ineficacia en la aprobación del contrato para la modernización de la red semafórica del Gran Santo Domingo, que terminó envuelto en un escándalo de corrupción.
Durante una entrevista en el programa radial El Sol de la Mañana, de Zol 106.5 FM, Beras expresó que las instituciones responsables de supervisar y controlar el proceso de contratación no cumplieron con su función. El exfuncionario, visiblemente frustrado, cuestionó cómo los organismos de control pudieron haber permitido que el proceso avanzara sin detectar los problemas que surgieron más tarde, afectando su gestión y su reputación.
“Si nuestros organismos de control no funcionan, ¿cómo vamos a avanzar?”, expresó Beras en su primera entrevista pública tras casi un año de silencio. Según explicó, desde el inicio del proceso de licitación en febrero de 2023 hasta su conclusión en octubre del mismo año, ni Contrataciones Públicas ni la Contraloría advirtieron sobre las irregularidades que luego se hicieron evidentes. “Nadie advirtió aquí absolutamente nada”, agregó.
Beras resaltó que durante todo el proceso, la Dirección General de Compras y Contrataciones realizó modificaciones al pliego de condiciones sin advertir ningún problema y que la Contraloría, en cambio, aprobó y autorizó todo el proyecto. “La Contraloría General de la República aprobó absolutamente todo. Entonces, ¿cómo yo puedo darme cuenta que algo no está funcionando bien?”, se preguntó.
Falta de advertencias y cuestionamientos al proceso
El exdirector del Intrant lamentó que las mismas instituciones que ahora evalúan el proceso fueron las que, en su momento, participaron activamente sin advertir fallos. “Estuve contando con los organismos del Estado de control, que fueron los mismos que no me funcionaron”, criticó Beras, subrayando que ahora esos organismos se «auto-evalúan» sobre un proceso en el que también estuvieron involucrados.
Durante la entrevista, Beras explicó que mantuvo comunicación constante con la Dirección General de Compras y Contrataciones, enviándoles los pliegos de condiciones y recibiendo sus modificaciones. Posteriormente, todo el proceso de contratación fue publicado en el sistema del Intrant, y la licitación siguió adelante, seleccionando finalmente a la empresa Transcore Latam.
Además, Beras reveló que, en un intento de garantizar transparencia absoluta, invitó a la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental (Digeig) y a Compras y Contrataciones a ser observadores del proceso. Según Beras, esta decisión fue tomada para asegurar que todo se hiciera de manera correcta, especialmente debido a la magnitud del proyecto y los intereses involucrados.
“Quizás en un exceso de transparencia, invité a la Dirección de Ética y a la Dirección de Compras y Contrataciones para que participaran como veedores”, afirmó Beras. A su juicio, esta iniciativa debería haber blindado el proceso y garantizado su correcta ejecución. Sin embargo, los problemas surgieron después de que el contrato ya estaba firmado y parte de los pagos habían sido adelantados.
Avances de pago y sorpresivas notificaciones
Beras explicó que en agosto de 2023 se aprobó un avance de pago del 20 % del proyecto y en octubre se firmó el contrato definitivo. Según él, para que esos avances de pago fueran autorizados, era necesario que todo el proceso estuviera aprobado y documentado. Sin embargo, a finales de octubre, recibió una notificación inesperada que señalaba problemas con la contratación.
“No puede ser que después de todo ese tiempo, en junio, julio, septiembre y a finales de octubre, se me permita firmar el contrato y hacer el proceso de adjudicación, para luego señalar problemas”, afirmó Beras, destacando su desconcierto ante la situación que, según él, se le presentó como sorpresiva.
El exfuncionario también enfatizó que, desde el inicio de su gestión en el Intrant, decidió apartarse de los procesos de licitación para evitar verse involucrado en conflictos de intereses. Sin embargo, ahora se encuentra vinculado a un proceso que ha resultado en su detención, lo que finalmente lo llevó a renunciar a su cargo en medio de la controversia.