Inauguración de los Juegos olímpicos 2024:una burla al diseño de Dios
Marlene Lluberes
Cada vez más se hace evidente la ideología que adversa al Eterno Dios. Quienes la sustentan han traspasado todos los límites, en su afán desmedido de convencer a la humanidad de sus criterios torcidos y ajenos a toda moral.
La mayoría está conteste en que la manera en que se iniciaron los juegos olímpicos en París constituyó una afrenta, sin precedentes, a la Palabra del Eterno y a quienes, a través de su ejecución, en ella creen.
En dicha Inauguración, siendo una plataforma internacional, osaron presentar con personas transgéneros, bajo la excusa de la inclusión, una parodia a la pintura de Leonardo da Vinci, que refleja la última cena que Jesús tuvo con sus discípulos (Luc 22:19), donde ÉL anunciaba la innovación que traería al pacto. ¡Esto es una absoluta falta de respeto! Simplemente, ¡inaceptable! Esto contraviene los principios morales y religiosos, es aberrante.
Es evidente como, con un profundo descaro, se ha levantado el modelo del anticristo delante de nuestros ojos.
Todo este escenario fue un enfrentamiento al diseño de Dios, buscando imponer una visión distorsionada, con el objetivo de alcanzar las generaciones más jóvenes, en detrimento de la identidad y de los roles específicos con los cuales Dios creó al hombre y a la mujer.
Una celebración del hedonismo, una vida centrada en el placer, donde fue exaltado el dios del vino, el exceso, la pérdida de control, la embriaguez, como parte de la búsqueda del placer y del relativismo moral.
El barquero Caronte, que representa al dios falso griego que, según la mitología, conduce a los niños hacia el inframundo, al diseño de muerte. La inocencia llevada a la muerte.
Toda barrera moral fue rota, bajo el engaño de la “diversidad”. No podemos aceptar que nos impongan sus ideologías satánicas y perversas, por medio a esta batalla por la conquista de nuestra mente, a través de ideas que buscan desviar a la sociedad.
Llenemos nuestra mente de la palabra de Dios. Afirmémonos en la verdad, para resistir este tiempo. No nos adaptemos a este modelo blasfemo e inmoral. Rechacémoslo por todas las vías. Pongamos guardia en nuestros corazones obedeciendo los mandamientos, y caminando en el debido proceso.
Pidámosle a Dios que nos de discernimiento para que distingamos las cosas que quieren destruir los valores genuinos.
¡No podemos quedarnos en silencio! Usemos todos los medios que disponemos para hablar sobre la voluntad de Dios, la que es buena, beneficiosa, perfecta.
Tengamos muy presente la advertencia que nos da el profeta Isaías:
“¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que tornen de lo amargo dulce, y de lo dulce amargo!¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!” Isaías 5:20-21