Indignación en Baní por muerte de Bernardo Cabrera Guerrero a manos de agentes del DICRIM

Baní, Peravia – 23 de julio de 2025. – En medio del llanto, la indignación colectiva y fuertes críticas a la actuación de la Policía Nacional, fueron sepultados este miércoles a las 10:00 de la mañana los restos de Bernardo Modesto Cabrera Guerrero, un hombre de 40 años que fue ultimado la noche del lunes por cinco agentes adscritos al Departamento de Investigaciones de Crímenes y Delitos (DICRIM).

Según testigos, Cabrera Guerrero se encontraba sentado en la galería de la residencia de su tío, Moreno Guerrero, en el sector Villa Majega de esta ciudad, cuando fue sorprendido por los agentes que descendieron de una jeepeta privada, marca Honda CRV, color negro. Sin mediar palabra, lo sujetaron por la espalda y le dispararon en el abdomen, causándole heridas mortales.

Un video ampliamente difundido en redes sociales captó el momento en que los agentes lo balean a quemarropa en tres ocasiones. Posteriormente, arrastran su cuerpo sin vida, lo introducen en el baúl del vehículo y abandonan la escena con rumbo desconocido.

Más de 30 minutos después, el cadáver fue llevado al hospital local, ya con al menos cinco impactos de bala, incluyendo uno que penetró verticalmente desde la clavícula hasta órganos vitales como el corazón y el hígado.

Las imágenes muestran claramente que la víctima estaba de espaldas a la calle conversando con otra persona cuando fue abordado por cuatro de los policías. Ante los gritos de Moreno Guerrero, dueño de la vivienda, quien advirtió que había cámaras de seguridad, los agentes respondieron disparando al aire y amenazando de muerte a quienes se atrevieran a salir.

En un aparente intento de manipular la escena, uno de los policías regresó para recoger los casquillos de los disparos. Familiares de la víctima desmintieron la versión ofrecida por el vocero de la Policía, coronel Diego Pesqueira, quien alegó que Cabrera Guerrero estaba armado y tenía orden de arresto.

Aseguran que este se encontraba en libertad bajo fianza y acudía mensualmente a firmar el libro de presentación periódica en la Fiscalía de Baní.

El martes por la tarde, agentes de Asuntos Internos de la Policía visitaron la vivienda como parte de las investigaciones preliminares. Al día siguiente, un coronel identificado por el apellido Castillo acudió al lugar del hecho para revisar cámaras de seguridad y recopilar testimonios.

La familia Cabrera Guerrero exigió a la Procuraduría General de la República, al Ministerio de Interior y Policía y a la Dirección General de la Policía Nacional, el arresto inmediato de los agentes involucrados y su sometimiento a la justicia, al considerar que actuaron al margen de la ley en lo que calificaron como una ejecución extrajudicial.

Aunque la autopsia fue realizada entre las 8:00 y las 10:00 de la mañana del martes, el cuerpo fue entregado a sus parientes en horas de la noche sin explicación sobre la demora.

Cientos de personas, entre familiares, amigos y vecinos, acompañaron el cortejo fúnebre hasta su última morada, donde reiteraron su repudio al hecho, describiéndolo como un acto de sicariato que no debe quedar impune.

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