Inseguridad y tráfico de armas, drogas y migrantes amenazan a Haití, según informe de la ONU

Puerto Príncipe, Haití, 20 octubre – Un informe del Grupo de Expertos de la ONU advierte que la inseguridad, la violencia y el tráfico de armas, drogas y migrantes están teniendo un impacto devastador en Haití y socavando su desarrollo social y económico.

Los expertos señalan que la inseguridad, el vacío institucional y la debilidad de los controles fronterizos están favoreciendo a los criminales, en particular a los narcotraficantes, que han intensificado sus operaciones.

Además, alertan que la crisis haitiana está afectando la actividad delictiva en la región, ya que la demanda y circulación de armas de fuego ilegales en el país más pobre de América alimenta el tráfico en República Dominicana y Jamaica.

Según el informe, se estima que en 2022 había alrededor de 600,000 armas de fuego en circulación en Haití, en comparación con las 291,000 de 2018, la gran mayoría de las cuales se encuentran en posesión ilegal.

La constante demanda de armas de fuego y municiones, tanto por parte de bandas como de civiles, ha llevado a la aparición de numerosas redes transnacionales, conocidas como «tráfico hormiga». El tráfico de armas y municiones hacia Haití está contribuyendo al control territorial por parte de las bandas y a niveles extremos de violencia armada en el país, lo que representa una amenaza para la estabilidad regional.

El informe también aborda el problema del narcotráfico en Haití, que se ha beneficiado de la baja cantidad de incautaciones.

Los expertos señalan que la implicación de actores económicos y políticos corruptos del país ha facilitado el narcotráfico, ya que se apoyan en las autoridades encargadas del control de las fronteras, las fuerzas del orden y ciertos miembros del sistema judicial.

 La Oficina haitiana de Lucha contra el Tráfico de Estupefacientes decomisó cerca de 104.7 kilos de marihuana y 5.4 kilos de cocaína en el primer semestre de 2023. Además, el informe destaca múltiples rutas de tráfico de drogas en Haití, desde la costa sur hasta el norte, el centro y el oeste del país.

El tráfico de migrantes también es un problema grave, y se ha convertido en un negocio lucrativo facilitado por una serie de actores en Haití y en el extranjero, como contrabandistas, funcionarios corruptos encargados de expedir pasaportes y visados, funcionarios de inmigración, agencias de viajes, operadores de vuelos chárter y constructores de embarcaciones.

Los migrantes haitianos en la región enfrentan discriminación y xenofobia debido a su etnia, idioma y condición de indocumentados, lo que los coloca en condiciones extremadamente difíciles y los hace más vulnerables a la explotación laboral y las organizaciones criminales.

El Grupo de Expertos de la ONU realizó investigaciones en México, República Dominicana y Estados Unidos para comprender el impacto de la crisis haitiana en los migrantes y refugiados.

En Haití, observaron cómo se construyen embarcaciones para transportar a los migrantes, barcos que pueden costar entre $25,000 y $50,000 y que a menudo están sobrecargados con hasta cien personas. Estas personas pagan entre $1,000 y $3,000 por un viaje a Estados Unidos que, si todo sale bien, puede durar una semana.

El informe destaca la necesidad de tomar medidas urgentes para abordar la inseguridad, el tráfico de armas, drogas y migrantes en Haití.

Se enfatiza que detener el flujo de armas y municiones debe ser una prioridad tanto para las autoridades haitianas como para los Estados de la región. Las disposiciones del embargo de armas selectivo deben aplicarse de manera rigurosa y eficaz. La lucha contra la corrupción y la implicación de actores económicos y políticos en actividades ilegales también es esencial para abordar el narcotráfico y otros delitos.

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