Irán, Grossi cómplice de ataques a sitios nucleares

TEHERAN, 22 junio 2025, – El director de la Agencia de Energía Atómica de Irán, Mohammad Eslami, envió una carta al director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (AIEA), el argentino Rafael Grossi, acusándolo de complicidad en los ataques estadounidenses a las instalaciones nucleares de Natanz, Fordow e Isfahán.

    «Irán ha tomado las medidas necesarias para defender sus derechos soberanos y adoptará las medidas legales pertinentes, en particular contra su inacción y complicidad en un crimen tan flagrante, a través de organismos internacionales», afirma la carta.

    «Una vez que termine la guerra, nos ocuparemos de Grossi», había dicho Ali Larijani, un hombre cercano al líder de la República Islámica, el ayatollah Ali Jamenéi.

    Grossi quedó en el medio de las acusaciones cruzadas por su rol como inspector de las instalaciones nucleares iraníes.

    Algunos jefes de la ortodoxia islámica culpan al argentino por emitir declaraciones que de alguna manera impulsaron la guerra.

    El día anterior al ataque israelí, la junta de gobernadores de la AIEA emitió un duro documento donde acusaba a Irán de no cumplir con lo pautado a nivel internacional sobre sus obligaciones nucleares.

En esa línea, el organismo le pidió al gobierno islámico que proporcionara respuestas «sin demora» respecto a rastros de uranio encontrados en varios lugares que no estaban declarados como instalaciones nucleares.

    Larijani remarcó que le harán «pagar» a Grossi sus declaraciones, aunque una vez que termine la guerra con Israel.

    Ninguna otra figura del gobierno iraní respaldó sus afirmaciones.

Pero al ser una figura tan cercana a Jamenéi, se cree que tenía su visto bueno.

    Grossi dijo que había dos temas centrales en su informe previo al ataque. El primero, aclaró, era que «Irán no estaba cooperando con la agencia como debía hacerlo» y que el régimen estaba enriqueciendo uranio hasta un 60%. Esto, dijo, es «un paso técnico corto de los niveles de grado armamentístico».

    El viernes pasado, durante una reunión de emergencia del Consejo de la Seguridad de la ONU, Grossi insistió en que no hay indicios de que Irán esté fabricando un arma atómica, y alertó sobre los riesgos de atacar sus reactores nucleares, especialmente su única central nuclear comercial en Bushehr, una ciudad del sur del país. «Esta es la instalación nuclear de Irán donde las consecuencias podrían ser más graves», señaló. ANSA

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