Israel bombardea el centro de la Ciudad de Gaza y amenaza con vengarse del asalto de Hamas
JERUSALÉN 10 octubre— Israel golpeó el centro de la Ciudad de Gaza con bombardeos incesantes el martes y amplió la masiva movilización de reservistas al tiempo que prometía venganza que “resonará durante generaciones” contra el grupo insurgente islamista Hamas por su sorpresivo ataque del fin de semana.
La guerra — que comenzó luego de que los insurgentes de Hamas entraron en Israel el sábado provocando tiroteos en su territorio por primera vez en décadas — se ha cobrado ya la vida de al menos 1.600 personas.
A partir de ahora, solo se espera un recrudecimiento con interrogantes sobre si Israel lanzará una invasión terrestre mientras Hamas amenaza con matar a los israelíes capturados si los ataques rivales se dirigen contra la población civil sin previo aviso. Israel sostiene que Hamas y otros grupos insurgentes de Gaza retienen a más de 150 soldados y civiles como rehenes.
Israel dijo el martes en la mañana que había recuperado el control del sur del país y de la frontera, que fue asaltada durante el fin de semana en un ataque que pilló al ejército y al aparato de inteligencia del país totalmente desprevenidos.
En esta imagen de archivo, un tren de alta velocidad, estacionado durante la ceremonia inaugural del primer tren de alta velocidad en el sureste asiático, un proyecto clave de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda de China, en la estación Halim de Yakarta, Indonesia, el 2 de octubre de 2023. (AP Foto/Achmad Ibrahim, archivo)
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En territorio israelí se han hallado los cuerpos de unos 1.500 insurgentes de Hamas, indicó el ejército. No estuvo claro de inmediato si esa cifra se solapa con los decesos reportados antes por las autoridades palestinas.
El ejército amplió la movilización de reservistas a 360.000, de acuerdo con la prensa israelí. Esto, junto a los ataques aéreos y la declaración formal de guerra del domingo, indican que Israel está virando cada vez más hacia una ofensiva contra Hamas, amenazando con una mayor destrucción en la densamente poblada y empobrecida Franja de Gaza.
Está por ver todavía si la operación incluirá un asalto terrestre, que sería el primero en el enclave desde 2014.
El ejército israelí dijo que alcanzó cientos de objetivos en Rimal, un populoso vecindario de lujo de la Ciudad de Gaza que alberga ministerios del gobierno de Hamas, además de universidades, medios de comunicación y oficinas de organizaciones de ayuda.
Tras horas de ataques ininterrumpidos, algunos residentes salieron de sus casas al amanecer y se encontraron edificios partidos por la mitad y otros reducidos a escombros de hormigón y barras metálicas. Había autos aplastados y árboles quemados en calles residenciales que recordaban a un paraje lunar.
“Apenas hemos comenzado a atacar a Hamas”, dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un discurso en la televisión nacional el lunes en la noche. “Lo que le haremos a nuestros enemigos en los próximos días les resonará por generaciones”.
La enorme devastación en Rimal indicó cuál podría ser la nueva táctica israelí en Gaza: advertir a los civiles que desalojen ciertas aéreas para luego lanzar ataques aéreos de una intensidad sin precedentes. Si estas operaciones continúan, los civiles gazatíes tendrán menos zonas en las que refugiarse dado que cada vez hay menos vecindarios habitables.
Los intensos bombardeos y las amenazas israelíes de acabar con el grupo avivaron las dudas sobre la estrategia y los objetivos de Hamas. Los líderes de la milicia radical no han hablado en público acerca de si esperaban la feroz respuesta de su rival — y el peligro de perder gran parte de su infraestructura gubernamental — cuando lanzaron el ataque.
En una conferencia de prensa el martes, el vocero del ejército israelí, el teniente coronel Richard Hecht, sugirió que los palestinos deberían intentar salir por el paso fronterizo de Rafah con Egipto.
Naciones Unidas dijo el martes que más de 187.000 de los 2,3 millones de habitantes de la Franja han abandonado sus casas, el mayor éxodo desde la ofensiva terrestre y aérea de 2014 que desplazó a unas 400.000 personas.
UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, acoge a más de 137.000 personas en sus escuelas en el territorio y otras 41.000 personas se han cobijado con sus familiares.
Preguntado por si Israel consideraba objetivos legítimos las sedes del gobierno civil de Hamas, como el parlamento y los ministerios, Hecht indicó que “si hay un pistolero disparando proyectiles desde allí, se convierte en un objetivo militar”.
En respuesta a la ofensiva aérea israelí, el portavoz del brazo armado de Hamas, Abu Obeida, anunció el lunes por la noche que el grupo matará a un civil israelí cautivo cada vez que se ataque a civiles en sus casas en Gaza “sin previo aviso.”
El ministro israelí de Exteriores, Eli Cohen, advirtió a Hamas que no debe lastimar a ningún rehén, y que “este crimen de guerra no será perdonado”. Netanyahu nombró al excomandante militar para gestionar la crisis de rehenes y de desaparecidos.
Según el ejército, en Israel han muerto más de 900 personas. En Gaza y Cisjordania había 704 fallecidos, de acuerdo con las autoridades, e Israel afirma que entre ellos hay cientos de combatientes de Hamas. En ambos bandos hay miles de heridos.
AP