Israel lanza un dron durante el funeral del comandante de Hizbulá asesinado el lunes en el sur del Líbano
Beirut, 9 enero .- Un dron israelí atacó hoy un vehículo durante el funeral por el comandante del grupo chií libanés Hizbulá Wissam Hassan Taweel, asesinado el lunes en otro bombardeo de un avión no tripulado contra el sur del Líbano.
Dos fuentes distintas han informado de que el ataque se registró en la localidad meridional de Khirbet al Salam, mientras tenían lugar los actos funerarios por Taweel y tuvo como objetivo un vehículo que se encontraba en las inmediaciones del lugar.
La Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) atribuyó el bombardeo a un “dron enemigo” y adelantó la posibilidad de víctimas por el
El Ejército amplía su ofensiva terrestre en Jan Yunis
Mientras, el Ejército israelí anunció este martes la expansión de su ofensiva terrestre en la ciudad de Jan Yunis con ataques en los que murieron unos 40 miembros de Hamás y se localizaron pozos de túneles y armamento.
“Durante el último día, las tropas ampliaron las operaciones terrestres en Jan Yunis y llevaron a cabo ataques en los que murieron unos 40 terroristas. Además, se localizaron importantes pozos de túneles del terror y armas, incluidos doce rifles AK-47, cuatro lanzadores de RPG cargados, decenas de granadas, cartuchos y chalecos militares”, informó un portavoz militar.
Según el Ejército, tropas israelíes llevaron a cabo una “incursión selectiva” en un complejo militar de Jan Yunis, donde localizaron a un miliciano armado con un rifle AK-47 y cinco cartuchos, y lo mataron.
Además, en el centro del enclave, en un operativo en el campo de refugiados de Maghazi, un avión de combate israelí “mató a una célula terrorista” de la brigada de campamentos centrales de Hamás.
“La Armada israelí también atacó puestos militares, instalaciones de almacenamiento y embarcaciones utilizadas por las fuerzas navales de Hamás”, señaló un comunicado castrense.
Una “nueva fase” menos intensiva
El Ejército israelí centra ahora su ofensiva en el centro y sur de la Franja, hacia donde expandió sus operaciones terrestres a principios de diciembre, cuando se rompió la hasta ahora única tregua entre Israel y Hamás, que permitió el intercambio de rehenes por presos palestinos.
El portavoz del Ejército, el contralmirante Daniel Hagari, adelantó anoche que pronto comenzarán una “nueva fase” en la guerra menos intensiva, con menos tropas en el terreno y menos ataques aéreos, más centrada en operaciones selectivas basadas en inteligencia.
“Todavía hay agentes terroristas y armas en el norte de la Franja de Gaza, pero no funcionan dentro de un marco militar organizado y ahora operamos allí de una manera diferente y con una combinación diferente de fuerzas”, explicó el portavoz.
Sin embargo, Hagari advirtió que en el centro y sur del enclave, la actividad operativa es aun “intensa y compleja” y que los combates continuarán durante 2024.
Visita de Blinken
El anuncio de una guerra de menor intensidad, que fue luego confirmado por el ministro de Defensa, Yoav Gallant, coincide con la llegada a Israel del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, tras una gira por la región centrada en desescalar el conflicto y evitar su expansión por todo Oriente Medio.
Blinken discute en Israel una posible desescalada de la guerra en Gaza
Por otra parte, el Ejército israelí confirmó este martes la muerte de cuatro soldados en las últimas horas, con lo que la cifra de bajas en sus filas asciende a 180 desde que comenzó la ofensiva terrestre en Gaza a finales de octubre.
A este número hay que añadir los 337 soldados que murieron en los ataques de Hamás el 7 de octubre.
El líder de Hamás dice que Israel ha fracasado en Gaza
El jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, aseguró este martes que Israel ha fracasado en todos sus objetivos en la actual guerra en la Franja de Gaza contra el grupo islamista, y le acusó de acometer una “guerra de exterminio” contra el pueblo palestino.
“Después de unos 100 días de guerra, bombardeos, aviones espías y esfuerzos de búsqueda, el enemigo no logró recuperar a ningún prisionero”, afirmó Haniyeh en una conferencia de la Unión Internacional de Estudiantes Musulmanes celebrada en Doha, en declaraciones difundidas por el grupo.
“La ocupación israelí nunca podrá recuperar a sus prisioneros a menos que libere a todos nuestros prisioneros en sus cárceles”, indicó Haniyeh sobre otro posible canje de rehenes por prisioneros, después de que 240 presos palestinos fueran excarcelados en noviembre.
Según el líder político de Hamás, Israel ha hecho de la guerra “su máxima prioridad”, con tres objetivos: “eliminar la resistencia, recuperar a sus prisioneros y desplazar a los palestinos de Gaza a Egipto”; pero ha fracasado en todos ellos.
“El frente de resistencia en Gaza es fuerte, cohesionado y prometedor, con un largo espíritu estratégico, de liderazgo y control. Este es un motivo de orgullo para todo el pueblo de la nación y los pueblos libres del mundo”, aseveró.
Situación humanitaria “catastrófica”
Haniye señaló también que la situación humanitaria en Gaza es “catastrófica” e “indescriptible”, y que las pérdidas diarias de la “ocupación sionista” son mucho mayores de lo que anuncian.
Al menos 126 personas han muerto en la Franja de Gaza en las últimas 24 horas en los combates y bombardeos israelíes, según los datos publicados hoy por el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
Por otra parte, Naciones Unidas ha denunciado en su informe diario que las autoridades israelíes denegaron este lunes la entrega de suministros médicos al hospital Al Awda, situado en el campo de refugiados de Yabalia, al norte de Gaza, así como a la farmacia central de Gaza, que abastece a otros cinco hospitales del norte.
Las autoridades israelíes denegaron este lunes la entrega de suministros médicos al hospital Al Awda, situado en el campo de refugiados de Yabalia, al norte de Gaza, así como a la farmacia central de Gaza, que abastece a otros cinco hospitales del norte, según las informaciones recibidas por la ONU.
Además, la ONU alerta de que la continua denegación del suministro de combustible a las instalaciones de agua y saneamiento está dejando a decenas de miles de personas sin acceso a agua potable y aumentando el riesgo de desbordes de aguas residuales, con el consiguiente riesgo de propagación de enfermedades transmisibles.