Japón y Corea del Sur aparcan sus disputas ante creciente amenaza de Pionyang
Tokio, 16 mar (EFE).- Los líderes de Japón y de Corea del Sur, Fumio Kishida y Yoon Suk-yeol, celebraron hoy su primera cumbre en Tokio en 12 años, en la que apostaron por estrechar lazos frente a los avances armamentísticos de Pionyang horas después de que el Norte lanzara un misil balístico intercontinental.
Kishida y Yoon se comprometieron a reforzar su cooperación bilateral en materia de seguridad y junto a Estados Unidos para hacer frente a los desarrollos de Corea del Norte en su programa nuclear y de misiles, en una comparecencia conjunta tras la cumbre celebrada hoy.
El viaje de Yoon llega después de que Seúl anunciara recientemente un plan para zanjar la larga disputa que mantienen ambos países debido a los trabajos forzados de surcoreanos bajo colonización nipona, y el mismo día en que Corea del Norte realizó un nuevo ensayo de misiles.
Ambas partes acordaron reanudar sus conversaciones en materia de seguridad, así como «promover la cooperación estrecha y junto a Estados Unidos para tomar medidas firmes» ante test armamentísticos como el realizado hoy por Corea del Norte, dijo Kishida.
PACTO DE INTELIGENCIA
Yoon señaló en la misma línea que los dos países «normalizarán por completo» su pacto para compartir inteligencia militar. «Creo que los dos países deberían poder compartir información sobre los lanzamientos y trayectorias de misiles nucleares de Corea del Norte, y responder a ellos», añadió.
Ambas naciones comparten actualmente datos de sus sistemas de radar que les permiten por ejemplo detectar los lanzamientos de misiles norcoreanos en el marco del llamado Acuerdo de Seguridad General de Información Militar (GSOMIA), aunque este intercambio no se realiza en tiempo real.
Dicho intercambio podría ayudar a Japón a detectar más rápido los lanzamientos de Corea del Norte de cara a mejorar sus escudos anti-misiles y alertas para la población y, de manera general, permitiría conocer con más detalle los puntos de lanzamientos, los trazados de vuelo y los puntos de impacto de los proyectiles para fortalecer los sistemas de respuesta en ambos países.
Tokio y Seúl también han acordado reanudar el proceso de conversaciones de seguridad a tres bandas junto a Pekín a nivel viceministerial, que fue suspendido «tras celebrarse durante mucho tiempo», según dijo Kishida.
SEGURIDAD ECONÓMICA
Yoon y Kishida señalaron asimismo que abrirán un diálogo sobre seguridad económica, después de que Tokio anunciara hoy que levantará sus actuales limitaciones de exportación sobre varios artículos que afectaban a la industria surcoreana de los semiconductores, mientras que Seúl retirará la protesta que presentó ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por ese motivo.
En 2019, Corea del Sur presentó una protesta ante la OMC por las limitaciones activadas ese mismo verano por Japón a sus exportaciones de bienes al país vecino de materiales químicos básicos para fabricar pantallas y chips de memoria, pilar básico de las exportaciones surcoreanas.
Japón argumentó entonces que la medida respondía a una supuesta laxitud en el control de estos materiales por parte surcoreana, pero Seúl creía que se trataba de una represalia contra una decisión del Supremo surcoreano que abría la puerta a que empresas japonesas compensaran económicamente a coreanos esclavizados en el periodo colonial (1910-1945).
COMPENSACIÓN DE VÍCTIMAS
La visita de esta semana de Yoon ha sido posible gracias a la aprobación de un plan presentado hace dos semanas en Seúl para compensar a estas personas esclavizadas durante la II Guerra Mundial, y que ha despertado críticas por parte de víctimas y familiares al financiarse con dinero de empresas surcoreanas y no japonesas.
«El presidente Yoon tiene un fuerte liderazgo que llevó a la decisión de Corea del Sur de hacerse cargo de la compensación», afirmó Kishida, y añadió que su país «corresponderá a la amabilidad surcoreana en el futuro».
Por su parte, Yoon dijo que «después de la compensación, las relaciones entre ambos países se normalizarán y que esto ayudará a resolver las amenazas de seguridad que nos rodean» y dijo que «el interés nacional del país está totalmente alineado con el japonés».
Según una encuesta reciente publicada por la empresa de análisis Gallup, un 59 % de los surcoreanos estaría en contra de este sistema de compensaciones, mientras que otro 64 % considera que «no hay prisa» a la hora de mejorar las relaciones con Tokio.
Los lazos entre los países vecinos alcanzaron su punto más bajo en décadas durante el anterior Gobierno liberal surcoreano del presidente Moon Jae-in, sin embargo, se espera que la relación pueda mejorar bajo la Administración Yoon, que ha asegurado que los dos países son capaces de solventar «asuntos pasados y futuros» de manera simultánea.