“Jo, Jo, Jo, Feliz Navidad!”. ¿Qué tan difícil es ser Santa Claus en las calles Duarte con París de Santo Domingo? (Video)
Por José Zabala.
Santo Domingo, 24 Dic – Hoy nos mudamos a una de las esquinas más icónicas de la ciudad de Santo Domingo como lo es la Duarte con París para conversar con Santa Claus. Realmente ha sido una experiencia única y divertida compartir con el personaje más querido en el mundo en tiempo de navidad. Santa Claus disfruta su corto tiempo de fiestas navideñas donde todos los años hace su tan esperada aparición para el disfrute de todos.
Según nuestro Santa Claus Ismael Pereyra, entrevistado hoy en el portal digital Al Día TV Mas, quien nos cuentas sus anécdotas en el desempeño de trabajo llevando alegría a los niños, con un gran sentido del humor, y hablando con ellos del significado de la navidad, el nacimiento de Jesús, sobre los regalos, fotos entre otros temas propios de la navidad que los niños y los adultos les encantan escuchar.
¿Qué tan difícil es ser Santa Claus en las calles Duarte con París de Santo Domingo?
“No es muy difícil ser Santa Claus, nada más hay que ponerse el traje, animar a los niños y animar a la gente para que se sienta feliz en la navidad con Santa Claus. Hago este trabajo todos los años desde hace alrededor de cinco años”, dijo Santa Claus.
“Santa, dame un regalito, o ¿Qué me vas a llevar a la casa? Los niños piden regalos. Trato de sobrellevarlos y les digo, ven vamos a tirarnos una foto; tratarlos bien. Jo Jo Jo, feliz navidad, que la pasen bien, que gocen en familia y que echen pa’ lante, que la familia es lo mejor que hay”, agregó.
“Termina diciembre, me dedico a varios trabajos, yo soy taxista, pintor también, y nos dedicamos a eventos de payasos para cumpleaños y fiestas”, finalizó diciendo Santa Claus.
Pero según reporta gotquestions.org, aunque Santa Claus es un personaje mítico, su identidad está basada en parte, en un gran cristiano llamado San Nicolás de Myra, quien vivió en el siglo IV. Nicolás nació de padres cristianos, quienes al morir, le dejaron una herencia que él distribuyó entre los pobres. Siendo muy joven se ordenó como sacerdote y era reconocido por su compasión y generosidad. Tenía fama de dar regalos anónimamente, y solía arrojar bolsas de dinero en las casas de los necesitados (algunas veces por la chimenea) encubierto por la oscuridad de la noche para evitar ser visto.
Nicolás murió el 6 de diciembre entre el 340 al 350 d.C., y desde ese día se le comenzó a conmemorar con una fiesta en la que los niños dejaban comida para Nicolás y forraje para su asno. Se dice que este santo descendía del cielo durante la noche para cambiar estas ofrendas por juguetes y regalos – pero solo para los niños y niñas que se portaran bien. Hay muchas versiones diferentes de la leyenda de San Nicolás, pero todas forman parte de la inspiración e imagen del anciano bonachón, con un traje rojo y que trae regalos, a quien ahora conocemos como Santa Claus.
Los padres necesitan usar su propio juicio al decidir si incluyen a Santa Claus en estas festividades o no, pero he aquí algunas cosas que se deben de considerar: Los niños que creen que los regalos que reciben en Navidad vienen de un personaje mágico con recursos inagotables son menos propensos a apreciar lo que han recibido y los sacrificios que sus padres han hecho para darles estos regalos. La codicia y materialismo pueden empañar estas celebraciones, las cuales representan el dar, amar y adorar a Dios. Aquellos niños cuyos padres tienen un presupuesto limitado sienten que han sido ignorados por Santa Claus, o peor aún, que los considera niños o niñas malos.