Juana Barceló deja la presidencia de Barrick Pueblo Viejo tras cumplir metas clave en medio de tensiones ambientales

Santo Domingo, 18 de junio. – Juana Barceló anunció este martes que dejará su cargo como presidenta de la empresa minera Barrick Pueblo Viejo, luego de una larga trayectoria al frente de las operaciones de la compañía en República Dominicana.

La decisión fue comunicada por la propia ejecutiva a través de su cuenta en la red social X (anteriormente Twitter), donde explicó que su salida fue planificada desde principios de año, aunque postergada a solicitud de la empresa para cerrar un proceso clave de reasentamiento comunitario.

“Tomé esta decisión a principios de año y, a solicitud de la empresa, extendí mi permanencia para culminar el acuerdo de reasentamiento de las comunidades, necesario para la construcción de la nueva presa de colas. Ambos objetivos logrados, es tiempo de continuar mis planes”, escribió Barceló.

En su mensaje, agradeció al equipo de Pueblo Viejo por su apoyo durante estos años, así como a Barrick Gold Corporation por la confianza depositada en su liderazgo. Aseguró que seguirá siendo “una aliada de la minería responsable, sostenible e inclusiva”, destacando que esta etapa le dejó aprendizajes valiosos, vivencias enriquecedoras y recuerdos entrañables.

“Ahora me tomaré un tiempo para explorar nuevas oportunidades y dedicar más espacio a mi familia y nuevos planes”, añadió la ejecutiva, marcando así el cierre de una etapa de más de una década en la empresa.

Juana Barceló se incorporó a Barrick Gold Corporation en 2009, asumiendo desde entonces un rol clave en los proyectos de expansión de las operaciones mineras en el país, convirtiéndose luego en una de las mujeres líderes más reconocidas del sector extractivo nacional.

La salida de Barceló ocurre en un contexto particularmente complejo para Barrick Pueblo Viejo. Actualmente, la empresa se encuentra en medio de un proceso judicial tras la interposición de una acción de amparo por parte del Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente (Insaproma) y otras organizaciones comunitarias y ecologistas.

El recurso, que será conocido en audiencia el próximo 24 de junio, busca la suspensión de las operaciones de la minera en la comunidad de Zambrana, municipio Cotuí, provincia Sánchez Ramírez.

Esta es una de las dos acciones legales presentadas el pasado 19 de mayo, con el objetivo de frenar no solo la operación actual, sino también la construcción de una nueva presa de colas, proyecto que ha generado una fuerte controversia por las denuncias de impactos ambientales y sociales en la zona.

En el centro del conflicto está la loma de Zambrana, donde decenas de comunitarios han instalado un campamento permanente en defensa del río El Naranjo, la principal fuente de agua de al menos seis comunidades. La minera busca construir allí la nueva presa de colas y una carretera que cortaría directamente el nacimiento del río.

Los residentes han denunciado la presencia de efectivos del Ejército de la República Dominicana (ERD) que custodian la zona y facilitan el paso de maquinaria pesada. Según testimonios locales, los militares han sido desplegados con el objetivo de evitar que los comunitarios interfieran con las labores de desmonte y tala de árboles, lo que ha sido interpretado por muchos como una militarización del conflicto ambiental.

En este tenso escenario, la salida de Juana Barceló marca un punto de inflexión en la relación entre Barrick Pueblo Viejo y las comunidades aledañas. Aunque su gestión logró importantes avances administrativos y de negociación, el futuro de la empresa minera queda condicionado por el resultado del proceso judicial en curso y la presión social que continúa creciendo en Cotuí y otras zonas cercanas.

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