¿Judicializar ineficiencia del MIVED?

Por Miguel Liberato

“Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera”. 

Con esa frase se inicia Ana Karenina, una novela publicada en el año 1877 por  León Tolstoi y valorada como una de las obras más importantes de la literatura universal.

Dicha expresión, según algunos entendidos,  sugiere que para que algo tenga éxito, muchas cosas deben ir bien, pero para que falle, basta con que una sola cosa vaya mal. 

El colega Carlos Bonilla, ministro de la Vivienda y Edificaciones (MIVED), ha realizado importantes acciones para posicionar esa institución como una de las mejor valoradas a nivel gubernamental.

Sin embargo, transcurridos más de cuatro años al frente del MIVED, no puede exhibir ningún logro en la solución al tema de las deudas viejas con contratistas de obras estatales, heredadas de la desaparecida Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE).

Ese tema de su gestión ha ido muy mal, pese a que el presidente Luis Abinader prometió (2015 y 2019) a los ingenieros aglutinados en el Comité Institucional Codiano (CIC) que durante un gobierno suyo se buscaría una solución.

Pareciera que el tema en cuestión ha pasado de la descarda extorsión, en pasados gobiernos, a una sutil conspiración que tendría como meta empañar la gestión del presidente Abinader, a quien le han vendido la idea de que esas deudas no se pueden pagar porque alegadamente no cumplen con los actuales requisitos legales. ¡Puras patrañas!

El CIC le ha entregado al MIVED unos 107 expedientes por un monto aproximado de 385 millones de pesos, entre los cuales figuran obras contratadas bajo los términos de la ley 340-06, pero la gestión de Bonilla ha sido ineficiente en el trámite de pago de esa deuda ante el Ministerio de Hacienda.

Tal ineficiencia se advierte en casos que han sido devueltos por Hacienda debido a que el MIVED no incluye documentos que son de su responsabilidad suministrar para la correcta tramitación.

En el MIVED se han ” extraviado” ciertos documentos que Hacienda le exige a las instituciones contratantes para tramitar el pago de deudas, entre los cuales figuran los informes de supervisión y certificación recepción final de obras.

Se tienen como pruebas los contratos FB-023-2010, FB-114-2010 y FB-105-2010 referentes a los trabajos de terminación del Centro Regional Universitario UASD-Mao, proyecto inaugurado en el 2011.

El departamento de Acceso a la Información Pública del MIVED ha confirmado que la Subdirección Norte de OISOE emitió certificaciones de inspección y recepción final de los contratos FB-023-2010 y FB-114-2010, pero que en los archivos no aparecen las del contrato FB-105-2010, pese a que la inspección y recepción final se hizo en una misma fecha.

La institución contratante es la responsable de realizar las inspecciones y rendir un informe de supervisión para que se pueda emitir la certificación de recepción final de la obra, a fin de que se proceda a su puesta en explotación.

Si hay verdadero interés en resolver el MIVED puede subsanar la ausencia de una certificación de recepción de obra con una minuta que se fundamente con la cubicación final, el estado financiero o una certificación de la deuda.

En nuestro ordenamiento jurídico existe la supletoriedad de la ley. ¿Acaso no sirve de nada el hecho de que la UASD de Mao va a cumplir 14 años de explotación?

La ineficiencia del MIVED constituye una negligencia u omisión, por la cual el Estado y el funcionario son solidariamente responsables y deben responder patrimonialmente por los daños y perjuicios causados, según el artículo 90 de la  Ley 41-08.

Además, no solucionar algo que es responsabilidad de la institución contratante, simplemente puede interpretarse como una conspiración para empañar la gestión de un presidente que empeñó su palabra.

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