Kiev lucha por Lugansk e intenta salvar su último gran bastión en la región
Moscú/Kiev, 4 jun (EFE).- Ucrania no da por perdida aún toda la región de Lugansk y lucha por salvar Severodonetsk, donde asegura haber recuperado parte del territorio perdido en los últimos días, si bien Rusia afirma que las fuerzas ucranianas se retiran de lo que es la última gran ciudad bajo su control en esa provincia del este del país.
El Estado Mayor General de Ucrania indicó hoy en su parte bélico vespertino únicamente que «la lucha continúa por el control total sobre la ciudad de Severodonetsk».
Pero el gobernador de Lugansk, Serhiy Gaidai, había dicho que las Fuerzas Armadas de Ucrania recuperaron un 20 % de la ciudad, tras haber perdido aproximadamente el 70 % del territorio.
RETOMAR O RETIRAR
«Los rusos no podrán tomar la región en dos semanas como predijo la inteligencia británica» la víspera, señaló, y aseguró que el Ejército ruso sufre importantes pérdidas.
Sin embargo, Rusia aseguró hoy que las tropas ucranianas se retiran de la ciudad, tras haber sufrido «pérdidas críticas».
«Las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania, habiendo sufrido pérdidas críticas -hasta el 90 % en algunas unidades- durante la batalla por Severodonetsk, se retiran a Lisichansk», indicó el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de Rusia, Mijaíl Mizíntsev.
Ígor Guirkin, el retirado oficial ruso que lideró la sublevación armada prorrusa en el Donbás en 2014 y crítico con la marcha de la campaña militar, escribió en Telegram que, «según los datos disponibles de varias fuentes, en la ciudad hay unidades de mercenarios extranjeros y el enemigo ha logrado avances».
«Nuestras unidades se están retirando», aseguró.
Según Kiev y Occidente, Rusia ha destinado todas sus fuerzas a la batalla por Severodonetsk.
El Estado Mayor General de Ucrania dijo que las tropas rusas están siendo reforzadas por el 2º Cuerpo del Ejército de la autoproclamada república popular de Lugansk.
Además, según Gaidai, los rusos destruyen puentes «para que nosotros no podamos enviar refuerzos a nuestros hombres».
El gobernador sostuvo que Ucrania necesita artillería de largo alcance para repeler al enemigo. Entonces, añadió, «la infantería del invasor correrá».
Explicó que la situación es difícil y es imposible entregar alimentos y medicinas en la ciudad, donde aún permanecen entre 10.000 y 12.000 civiles, de los que unos 800 se han refugiado en la planta química de Azot.
SEGUNDO FOCO BÉLICO EN SLOVIANSK
Según afirmó hoy el asesor del Ministerio del Interior de Ucrania Vadym Denisenko, el segundo foco más caliente se encuentra actualmente en la dirección de la ciudad de Sloviansk, en la región de Donetsk.
La urbe es un punto estratégico para la toma del bastión militar ucraniano de Kramatorsk, clave para el control del Donbás.
«Los rusos despliegan ahora el máximo número de fuerzas. Más de 20 grupos tácticos de batallón, cada uno con entre 600 y 800 soldados están concentrados en esta dirección», señaló.
El Mando de la Defensa Territorial de Donetsk aseguró este sábado que las milicias separatistas «están avanzando hacia Sloviansk».
Señaló que las tropas prorrusas han tomado el control de Brusivka y Sosnove, a 19 y 33 kilómetros respectivamente de la urbe.
El Estado Mayor General indicó a su vez que los rusos atacaron con artillería tres localidades en este frente y efectuaron dos operaciones de asalto en Bogorodychne y Vernopilla que fueron repelidas.
El alcalde de Sloviansk, Vadym Lyakh, afirmó en la cadena de televisión francesa BFMTV que aún quedan 25.000 ciudadanos en la ciudad, que antes de la guerra contaba con más de 108.000.
«Esta semana la urbe fue bombardeada varias veces» y lleva sin electricidad y agua desde hace varios días, recalcó.
Hay víctimas entre la población civil, pero también viviendas y escuelas destruidas, añadió.
RITMO LENTO EN DONETSK
Según los separatistas prorrusos, a día de hoy han tomado el control «total» de 226 localidades en la región de Donetsk.
Sin embargo, el Estado Mayor General de Ucrania afirmó que «el ritmo del avance de las unidades enemigas en la dirección de Donetsk es lento debido al agotamiento físico de los militares y la baja condición moral y psicológica».
Indicó a modo de ejemplo que en la dirección de Bajmut, al sur de Kramatorsk y Lisichansk y clave para cortar las carreteras hacia estas dos ciudades, el enemigo estaba avanzando, pero tuvo que retirarse por el fuego ucraniano.
El líder checheno, Ramzán Kadírov, dijo la víspera que durante su visita el jueves a Moscú, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, identificó «nuevas tareas que implican una mejora de las tácticas» rusas en el frente, cuyo contenido no reveló.
Estas medidas, aseguró en Telegram, permitirán «aumentar significativamente la efectividad de las maniobras ofensivas y contribuirán a aumentar el ritmo de la operación militar especial».
DESGASTE Y REFORZAR POSICIÓN NEGOCIADORA
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés), con sede en EEUU, considera «improbable que las tropas rusas tengan las fuerzas necesarias para tomar grandes territorios en Donetsk tras las pérdidas sufridas en la batalla por Severodonestk.
La inteligencia británica comparte este análisis. Sostiene que Rusia, aunque clame victoria en las próximas dos semanas sobre Lugansk, tendrá que continuar invirtiendo enormemente en recursos humanos y equipos a fin de lograr «cualquier forma de éxito», y ello «tomará previsiblemente un tiempo considerable».
Kiev es consciente de esta situación y por ello el negociador de Ucrania David Arkhamia afirmó el viernes que el país quiere consolidar su posición en el frente antes de volver a dialogar con Rusia.
«(…) ahora las armas que nuestros socios constantemente nos prometen eventualmente llegarán en cantidades suficientes. Y luego creo que se puede iniciar una nueva ronda de negociaciones desde una posición reforzada», dijo.