La Abstención electoral más alta en la historia democrática dominicana

Santo Domingo, 21 de mayo – Las elecciones del pasado domingo han registrado una abstención histórica, convirtiéndose en la más alta desde el inicio de la era democrática en 1966. Con el 99.84% de los votos computados, la Junta Central Electoral (JCE) informó que solo el 54% de los votantes inscritos acudieron a las urnas, marcando una tendencia preocupante en el comportamiento electoral del país.

Desde 2020, la abstención ha incrementado notablemente, subiendo entre un 13% y 15% en comparación con el promedio histórico de aproximadamente 70% de participación. En las elecciones municipales del 18 de febrero de este año, la inasistencia alcanzó el 53%, según los resultados definitivos de esos comicios.

Este fenómeno ha suscitado preocupación en diversos sectores y entidades de la sociedad civil, quienes interpretan esta alta abstención como una señal de malestar en la democracia dominicana.

En las 12 elecciones presidenciales celebradas desde 1966, la participación más baja se registró el pasado 19 de mayo, con solo el 54.31% de los votantes registrados acudiendo a las urnas. Según la JCE, de los 8,145,548 inscritos en el padrón electoral, solo 4,423,438 ejercieron su derecho al voto.

Este nivel de abstención es superior al registrado en las elecciones de 2020, que tuvieron lugar en un contexto extraordinario debido a la pandemia del coronavirus. En esos comicios, la participación fue del 55.29%, con una abstención del 44.71%. Votaron 4,163,305 personas de un total de 7,529,932 inscritos.

La tendencia de abstención ha sido creciente. En 2016, la abstención fue del 31.40%, con 4,708,746 votantes de un padrón de 6,765,245 electores, equivalente al 69.60%. En 2012, la inasistencia alcanzó el 29.77%, con 4,566,838 votantes de los 6,502,968 inscritos. En 2008, la abstención fue del 29%, con 4,113,644 votantes de un padrón de 5,764,387, lo que representó una participación del 71%.

La creciente inasistencia a las urnas es un tema de preocupación para la democracia dominicana, ya que refleja un descontento o desinterés significativo en el proceso electoral, lo que podría tener implicaciones importantes para la gobernabilidad y la representación política en el país.

En 2004, la ausencia fue aún menor que cuatro años más tarde, situándose en el 28%. De una lista de electores de 5,029,700 inscritos, votaron 3,613,700 personas, equivalente al 72%.

En las elecciones presidenciales de 2000, hubo una alta participación de votantes. De 4,251,218 inscritos, votaron 3,236,906, lo que representa el 76% de los inscritos y una abstención del 24%.

Cuatro años antes, en las presidenciales de 1996, el nivel de asistencia fue aún más elevado, con solo un 22.57% de abstención. De una lista de votantes de 3,750,502 inscritos, sufragaron 2,903,859 personas, con una asistencia superior al 77%.

En 1994, cuando se denunció un fraude electoral, la abstención fue de solo el 15.87%. La lista de electores alcanzó los 3,587,800 inscritos y votó más del 84%, con 3,018,279 personas acudiendo a las urnas.

Las elecciones generales de 1990 reportan una de las abstenciones más altas de la historia electoral, con un 40.98%. De 3,278,000 inscritos, solo votó el 59%, equivalente a 1,934,533 votos.

En las votaciones generales de 1986, el padrón era de 3,050,000 votantes y sufragaron 2,115,156 personas, equivalente al 69%, con una abstención del 30.65%.

Para los comicios de 1982, el número de personas hábiles para votar alcanzó los 2,880,000 y votaron 1,830,530, lo que representa una abstención del 36.44%. Para las votaciones de 1978, el registro de electores era de 2,600,000 inscritos. Votaron 1,657,707 personas, con una abstención del 36.24%.

En los comicios presidenciales de 1966, la asistencia fue del 75%. En las votaciones siguientes, en las que no participaron los partidos de oposición, la asistencia fue del 63% para los comicios de 1970 y del 71% para los comicios de 1974.

Participación Ciudadana externó ayer su preocupación por los altos niveles de abstención que se están registrando en las últimas tres elecciones. Miriam Díaz, del consejo directivo, señaló que tanto la JCE como los partidos políticos deben estudiar por qué la gente no sale a votar en la proporción que lo ha hecho históricamente.

Tras los altos niveles de abstención en las votaciones municipales, el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños Guzmán, llamó la atención sobre la inasistencia de los votantes a las urnas.

Igualmente, el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue), a través de su presidente, Feliciano Lacen, ha manifestado preocupación por los altos niveles de abstención registrados en los últimos comicios en la República Dominicana y ha instado a los partidos políticos a prestar atención a este problema.

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