La actividad en los mercados de petróleo se hunde y la volatilidad se dispara en plena crisis energética
Los precios del crudo se han movido en las últimas jornadas entre una posible recesión y una demanda todavía fuerte.
Laura Piedehierro
El Español
Más malas noticias en plena crisis energética. La actividad en los mercados de petróleo se ha hundido y la volatilidad se ha disparado ante la incertidumbre que sobre la demanda de esta materia prima genera una posible recesión mundial.
El éxodo de los grandes participantes de este mercado, como los fondos de cobertura, ha provocado que las fluctuaciones diarias de los precios sean mucho mayores que en años anteriores.
Los futuros del crudo Brent, el de referencia en Europa, oscilan fuertemente a diario. Entre la invasión rusa de Ucrania -que tuvo lugar el 24 de febrero- y el pasado 15 de agosto, el intervalo diario entre los máximos y mínimos de cada sesión se ha situado de media en 5,64 dólares.
El diferencial es mucho más amplio que los 1,99 dólares registrados en el mismo periodo del año anterior. Así lo señalan los datos de Refinitv recogidos por Reuters.
Kazuhiko Saito, analista jefe de Fujitomi Securities, subraya que «se espera que el mercado del petróleo permanezca bajo presión, con una volatilidad bastante alta, debido a las preocupaciones sobre una posible recesión mundial».
Menos subidas
Ya más cerca de los 90 que de los 100 dólares por barril, la subida que en el año acumula el crudo Brent se ha reducido por debajo del 20%. El oro negro comenzó 2022 en torno a los 79 dólares y se disparó como consecuencia del inicio de la guerra de Ucrania.
A principios de marzo marcó máximos del año al acariciar los 140 dólares, muy cerca del récord de 143,95 dólares registrado en julio de 2008. La caída desde entonces ha superado el 21%.
El encarecimiento en 2022 del West Texas Intermediate, la variante de referencia en EEUU, ya es inferior al 16%. En la actualidad cotiza en torno a los 87 dólares, tras haber llegado a superar los 130 también durante la primera semana de marzo.
En las últimas sesiones los precios del petróleo han fluctuado en relación a algunos datos económicos que incrementaron los temores sobre una recesión global. Es lo que sucedió el pasado lunes con la publicación de las ventas minoristas y la producción industrial de China.
Tambores de recesión
Exactamente, las ventas minoristas del gigante asiático registraron en julio un crecimiento interanual del 2,7%, cuatro décimas menos que en junio. Por su parte, la producción industrial aumentó un 3,8% interanual, una décima inferior al incremento observado en el mes anterior.
Ante una potencial desaceleración de la actividad más intensa de lo esperado, el Banco Popular de China (BPC) decidió recortar dos de sus principales tipos de referencia y regar el sistema bancario con 400.000 millones de yuanes (unos 57.791 millones de euros) para que fluya la liquidez.
La inquietud sobre la demanda de China, el mayor importador de petróleo del mundo, y la desaceleración de la economía de ese país, propició que el Brent se hundiese hasta mínimos de los últimos seis meses.
Pero el de la recesión no es el único frente abierto en los mercados de petróleo. La volatilidad también ha sido provocada por las conversaciones que mantienen la Unión Europea (UE), EEUU e Irán para retomar el acuerdo nuclear de 2015.
El bloque europeo y ambos países negocian para renovar el pacto, lo que podría conducir a un impulso en las exportaciones de petróleo iraní.
Tanto los efectos que una recesión tendría sobre su demanda como la posibilidad de un incremento de la oferta por la vuelta de Irán a la producción han afectado de forma negativa a los precios del petróleo. Sin embargo, la caída de los inventarios ha servido de sostén para esta materia prima.
Peores previsiones
Según los últimos datos disponibles, los de la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés), los inventarios de crudo de EEUU se redujeron en 7,1 millones de barriles la semana pasada, con lo que se situaron en 425 millones.
El descenso de las importaciones contribuyó a la disminución de las existencias de crudo, lo que puede ser entendido como que la demanda de petróleo se mantiene todavía fuerte al menos al otro lado del Atlántico.
A pesar de ello, Barclays han recortado sus previsiones sobre los precios del petróleo. El banco británico considera ahora que el crudo Brent alcanzará una media de 103 dólares este año y el próximo y que el WTI alcanzará una media de 99 dólares en ambos ejercicios.
Estos analistas esperan un gran excedente de crudo a corto plazo debido a unos suministros rusos «resistentes». Pero «la producción de petróleo de Rusia caerá aproximadamente un 20% a principios del próximo año, cuando entre en vigor una prohibición de importación de la UE», explican desde Vertis Environmental Finance, consultora especializada en compra y venta de derechos de CO2.
Puiblicado originalmente en el diario digital El Español