La ayuda empieza a llegar a aldeas de Nepal golpeadas por el sismo
KATMANDÚ, Nepal, 7 nov. — La ayuda llegaba poco a poco el lunes a las aldeas en las montañas en el noroeste de Nepal golpeadas por un fuerte sismo el fin de semana, mientras los vecinos buscaban entre los escombros de sus casas derruidas para salvar lo que quedaba de sus pertenencias.
El temblor de magnitud 5,6, registrado apenas unos minutos antes de la medianoche del viernes, mató a 157 personas, hirió a decenas más y dejó a miles sin hogar. El Servicio Geológico de Estados Unidos situó el epicentro a una profundidad de 18 kilómetros (11 millas). El Centro Nacional de Investigación y Seguimiento de Terremotos de Nepal confirmó que el epicentro se ubicó en Jajarkot, unos 400 kilómetros (250 millas) al nordeste de la capital, Katmandú.
Las autoridades continuaban el lunes con los esfuerzos por llevar comida y otros suministros, carpas y medicamentos a los poblados remotos, muchos accesibles sólo a pie. También había carreteras bloqueadas por aludes de tierra provocados por el sismo. Podían verse soldados tratando de despejar carreteras bloqueadas.
Los equipos de búsqueda y rescate dijeron el lunes que la primera parte de su misión —rescatar sobrevivientes, llevar a los heridos a donde pudieran ser atendidos y buscar cuerpos— había terminado.
“Ahora trabajamos en la segunda fase de nuestro trabajo para entregar material de alivio, llevar ayuda a los aldeanos y al mismo tiempo reunimos detalles sobre los daños”, indicó el funcionario del gobierno Harish Chandra Sharma.
El Centro Nacional de Operaciones de Emergencias en Katmandú dijo que además de los 157 fallecidos había al menos 256 heridos y 3.891 casas dañadas.
En Chepare, la gente removía el lunes entre las pilas de piedras y troncos que antes formaban sus hogares buscando cualquier cosa que pudieran salvar.
“La mayoría de lo que nos pertenecía está bajo escombros, todas nuestras camas, ropas, las joyas y el dinero que tuviéramos, está todo ahí abajo”, dijo Nirmala Sharma, señalando a su casa derruida.
La mujer dijo haber recibido una carpa y algo de comida el domingo por la noche. Las autoridades repartieron en el pueblo arroz, aceite, tallarines instantáneos y sal, que debería durarles unos días.
Unos pocos afortunados se cobijaban de forma temporal bajo lonas y plásticos, mientras miles de personas pasaban una tercera noche al raso.
Mina Bika dijo que su familia dormía el viernes cuando el techo se desplomó y les sepultó. Un familiar les rescató. Su marido sufrió heridas graves y fue trasladado a un hospital en la localidad de Surkhet, mientras que ella y los dos hijos de la pareja sufrieron sólo heridas leves.
“Parecía que el mundo se había derrumbado y no estaba segura de si alguien había sobrevivido siquiera y podría ayudar”, dijo.