“La Brisita” del gobierno y la brisita de los pobres

Por Charlie Núñez.

Al finalizar el año 2024, la gente recordará muchas cosas de él, pero cuando pregunten: «¿qué es lo que más le suena o recuerda de diciembre específicamente?», de seguro le dirán que tienen como un zumbido en el oído lo de la brisita navideña.

Todo comenzó con un anuncio del gobierno a los medios de comunicación de que entregaría el bono navideño “La Brisita” para garantizar que todos tuvieran segura su cena del 24.

Luego del anuncio, le llegó al propio gobierno el aviso de tormenta con vientos huracanados, al aparecer medio país en la lista de beneficiarios, porque estaban pasando crujías; esto incluía a los expresidentes de la República.

Pero nada, fue un pequeño error del sistema; entonces aparecieron entregando el dinero de todos como si fueran volantes promocionales, atraparon uno vendiendo bonos en una esquina y todos fueron testigos de la dicha que tuvieron algunos que en vez de una “Brisita”, fue un ciclón, recibiendo bonos por paquetes.

Mientras tanto, la mayoría de la gente tuvo que conformarse con la brisita fría de la naturaleza y disfrutar de la “Brisita”navideña del gobierno, por redes, radio y televisión. Luis ni en eso nos acompañó todo el camino; se fue con su familia a coger una brisa diferente.

Ahora bien, vamos a suponer que el bono de la brisita lo hayan planificado en función del mapa de pobreza, que se haya hecho con las mejores intenciones y con sentido ético y moral. ¿No calculó o no le importó al gobierno que una cena sencilla de Navidad estaba calculada en alrededor de seis mil pesos?.

Lo único bueno de esto es que se les está viendo el refajo a Luis y sus funcionarios, de sus discursos de bondades y bienestar para la gente.

El país que nos ha descrito y el comportamiento del gasto en el gobierno nos dice que aquí no hay hogares tan pobres que haya que garantizarles la cena ese día.

Asumamos inmediatamente que no tengo razón, que sí existe esa necesidad. Entonces el discurso no es válido y el comportamiento del gasto gubernamental es irresponsable, pero además, señor gobierno, ¿qué está pasando con la alimentación diaria de una familia que tiene problemas para cenar ese día tan especial?.

Estamos seguros de que en tiempo de amor, paz y armonía, cuando celebramos el nacimiento del niño Jesús, el mundo cristiano hubiera preferido la enseñanza de que lo que hace la mano derecha no lo sepa la izquierda; si el bono es por amor, ¿por qué tanta publicidad?.

Las funditas de Balaguer, ni las cajas de Leonel o Danilo, nunca hicieron una campaña así para estrujarle en la cara a la gente que le estaban dando de comer y mucho menos siendo mentira.

¿Un gobierno que imponiendo su mayoría mecánica, busca la autorización de RD$ 351 mil millones de pesos para poder cubrir el presupuesto del año 2025, debería estar gastando en publicidad lo que gastó para hacernos ver que se sentía su “Brisita” navideña?.

Lo que se dijo fue que era una “reforma de modernización fiscal”, no una reforma tributaria para tapar los huecos que había provocado la reelección de Luis Abinader.

Sabemos que el camino es largo y de cuentos estamos cansados, pero tratemos de que el viaje no sea tan traumático y hagámoslo en silencio.

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