La burla de OEA ante crisis Haití
La asamblea general de OEA ha emitido una resolución de supuesto apoyo a Haití en la que plantea como solución fortalecer la Policía haitiana y organizar elecciones para elegir autoridades del colapsado Estado Haití.
OEA con esa resolución desoye lo que ha sido la petición constante del propio gobierno haitiano de una intervención militar multinacional, posición que ha igualmente ante foros internacionales el Presidente Luis Abinader como la única posibilidad real de construir un orden interno mínimo en Haití capaz de desarmas las poderosas bandas que controlan el territorio haitiano hoy.
Hablar de fortalecer la Policía de Haití es una burla y una vana excusa para dar una apariencia internacional de ayuda a Haití, en lo que prosigue el éxodo masivo de población haitiana hacia la República Dominicana que abarrota sus maternidades y escuelas públicas.
Los policías haitianos, igual como ocurrió en el pasado con sus soldados, terminaron y terminarán sirviendo a los carteles de drogas y a las bandas criminales, puesto que ellos tienen recursos ilimitados para ponerlos a su servicio y en ausencia de un régimen de consecuencias que impondría un Estado organizado.
Es lógico y previsible que en ausencia de un Estado real; de un gobierno real, y además de ausencia total de la institucionalidad, es ilusorio que pueda existir una Policía que enfrente al poder de las bandas y el Narco.
El gobierno de RD no puede cambiar de discurso frente a un problema que compromete nuestra seguridad nacional de RD. No podemos jamás caer en la trampa de reducir la posible solución del colapso de Haití al tema del fortalecimiento de su Policía. Sería ridículo ignorar que el verdadero control de policías haitianos lo tendrá la Mafia, que tiene el control efectivo de su territorio y que peleará por mantenerlo a sangre y fuego. Igualmente, RD debe rechazar el plan de Canadá de usar nuestro territorio para el tema de la crisis de Haití. Aún estará por verse qué significa el anuncio de Canadá de que va a aumentar su personal diplomático en RD, para dedicarlo a abordar el tema de Haití. Debe quedarle claro al gobierno de Canadá que fuera de su sede diplomática en RD, no podrá desplegar acciones en territorio dominicano sobre los problemas de Haití.
El Pte. Abinader no puede ceder un milímetro a las grandes presiones que se le harán desde el extranjero para involucrarnos en la administración de la crisis haitiana.
Fuente Listín Diario