La crisis energética en Cuba se agrava con apagones masivos y fallas en infraestructuras
La Habana, Cuba, 8 de diciembre de 2024 – La crisis energética en Cuba continúa profundizándose, afectando gravemente la vida cotidiana de los ciudadanos. Este viernes, la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) informó que hasta el 46 % de la isla experimentaría apagones simultáneos, reflejo de la precaria situación del sistema eléctrico nacional.
Los cortes de electricidad, que han sido una constante durante los últimos meses, tienen su origen en una combinación de factores: la escasez de combustible, la falta de divisas para importar recursos energéticos y el deterioro de las antiguas centrales termoeléctricas del país, muchas de las cuales llevan décadas en funcionamiento.
En solo dos meses, Cuba ha registrado tres apagones generales, el último de ellos ocurrido el miércoles pasado, dejando a casi 10 millones de habitantes sin electricidad. Este corte masivo fue provocado por una falla en la principal central eléctrica del país, ubicada en la provincia de Matanzas, la misma que en octubre pasado fue responsable de otro apagón nacional tras una avería similar.
Las termoeléctricas, pieza clave del sistema energético cubano, están en crisis. Según datos de la UNE, nueve de las 20 unidades de producción energética en las siete centrales termoeléctricas del país están fuera de servicio por averías o mantenimiento. Además, 30 centrales de generación distribuida, que funcionan con motores eléctricos alimentados por diésel y fueloil, se encuentran paralizadas debido a la falta de combustible.
La central de Matanzas, epicentro de las recientes fallas, ha sido particularmente afectada en los últimos años. En agosto de 2022, un incendio catastrófico destruyó cuatro tanques del mayor depósito de petróleo de la isla, ocasionando la muerte de 16 personas y un daño significativo al suministro energético nacional.
Otro incendio ocurrido en junio de este año, en un tanque con capacidad para 10,000 m³ de petróleo crudo, agravó aún más la situación. Desde entonces, la central no ha podido recuperar su capacidad total de producción debido a los daños en oleoductos y depósitos, que siguen sin ser reparados.
El primer ministro cubano, Manuel Marrero, en un discurso televisado el jueves, destacó los principales factores detrás del déficit de producción eléctrica: el estado crítico de las infraestructuras, el aumento de la demanda y, principalmente, la falta de combustible.
«El factor más influyente es la falta de combustible», afirmó Marrero. Este problema, añadió, se ve exacerbado por la crisis social en Venezuela, el principal proveedor de petróleo de Cuba, y las sanciones económicas de Estados Unidos, que han restringido aún más las importaciones de crudo.
La combinación de apagones prolongados y la falta de soluciones a corto plazo está afectando gravemente a los cubanos. Desde hospitales hasta pequeños negocios, el impacto de la crisis energética es evidente, dificultando incluso las actividades más básicas.
Sin mejoras significativas en las infraestructuras o en el suministro de combustible, y con un panorama internacional desfavorable, la crisis energética de Cuba parece lejos de resolverse, dejando a gran parte de la población en una situación de incertidumbre y descontento.