La Fed acelera la retirada de estímulos y planea eliminarlos del todo en marzo
Washington, 15 dic (EFE).- La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos confirmó este miércoles que acelera la reducción de su programa de compra de bonos, el estímulo económico que puso en marcha ante la crisis provocada por la covid-19, y planea eliminarlo por completo en marzo del próximo año.
«La economía es robusta y ya no necesita este apoyo monetario», dijo el presidente de la Fed, Jerome Powell, quien por otra parte justificó esperar hasta marzo para acabar de forma paulatina con la compra de deuda porque, según dijo, a la economía no le convienen los golpes bruscos.
Tras una reunión de dos días de los gobernadores del banco central estadounidense, la Fed dejó por el momento sin cambios los tipos de interés en el rango de entre 0 % y 0,25 %, pese a que la inflación se ubicó en noviembre en una tasa interanual del 6,8 %, la cifra más alta en casi 40 años en el país.
Powell volvió a defender dejar los tipos como están al menos hasta que finalice el programa de estímulos.
HASTA TRES POSIBLES SUBIDAS DE TIPOS EN 2022
Sin embargo, varios de los gobernadores que participaron en esta reunión indicaron en sus pronósticos individuales que esperan hasta tres subidas de los tipos de interés el próximo año.
En paralelo, la Fed rebajó las previsiones de crecimiento económico de Estados Unidos al 5,5 % este año, cuatro décimas menos que en septiembre, mientras que subió las de inflación al 5,3 %, frente al 4,2 % estimado previamente.
Para 2022, sin embargo, el banco central estima que la inflación en EE.UU. se modere al 2,6 %, cuatro décimas menos de lo calculado en septiembre, y pronostica que el crecimiento del país será del 4 %, dos décimas más de lo previsto entonces.
UNA INFLACIÓN GENERALIZADA
En su rueda de prensa posterior a la reunión, Powell admitió que la inflación en el país ya es «generalizada» en todos los sectores y pronosticó que seguirá por encima del objetivo de la institución del 2 % «hasta bien entrado 2022».
La Fed había señalado hasta ahora que el alza de precios se había concentrado en determinados sectores especialmente afectados por la pandemia.
«Aunque la Fed haya retirado oficialmente el término ‘transitoria’ de su comunicado, sus pronósticos siguen apuntando a que espera que la subida actual de la inflación tenga un carácter transitorio», indicó en Twitter el profesor de Economía de la Universidad de Michigan Justin Wolfers.
Por su parte, el exasesor económico del expresidente estadounidense Barack Obama (2009 – 2017) Jason Furman también acudió a la red social para explicar que el cambio de política de la Fed se debe «a la rápida mejora de la economía», con una tasa de desempleo que cae a más velocidad de lo esperado.
UN DOLOR DE CABEZA PARA BIDEN
La observación de Furman es el argumento que repiten insistentemente desde la Casa Blanca cuando se les plantea la cuestión de la inflación disparada, asegurando que los altos precios son sólo un componente de una economía que bajo el presidente Joe Biden está creciendo a buen ritmo y reduciendo el desempleo.
Sin embargo, las encuestas más recientes coinciden en señalar una bajada generalizada del apoyo a Biden, especialmente por su gestión de la economía y la elevada inflación.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE.UU. subió en noviembre seis décimas con respecto a octubre y se situó en el 6,8 % interanual, la tasa más alta desde junio de 1982, a finales del gran período inflacionario de la década de los 70.
Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación interanual subyacente fue del 4,9 %.