La fusión de los ministerios de educación: Un retroceso
Ligia Amada Melo de Cardona
La fusión de los ministerios de educación constituye un retroceso en la educación del país. Una vez más se constata la falta de institucionalidad, la cual se manifiesta principalmente por la no continuidad de proyectos y programas establecidos en gobiernos anteriores y que han contribuido al desarrollo del país, y más grave aún, es que se suprimen los programas sin una evaluación previa que demuestre su infuncionalidad.
Para la Educación Superior, la Ciencia y la Tecnología, constituyó un gran avance la promulgación de la Ley 139-01 en el año 2001. Esta Ley en su Capítulo I, Artículo 1, establece lo siguiente: “El propósito fundamental de la presente Ley es la creación del Sistema Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, establecer la normativa para su funcionamiento, los mecanismos que aseguren la calidad y la pertinencia de los servicios que prestan las instituciones que lo conforman, y sentar la base jurídica para el desarrollo tecnológico y científico nacional”. En su Artículo 2 reza lo siguiente: “El Sistema Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, lo componen el conjunto de instituciones que están orientadas al logro de los fines y objetivos de la educación superior y del desarrollo científico y tecnológico del país”.
La misión del sistema establecido en su Artículo 11, Literal a, dice “Formar profesionales altamente calificados, ciudadanos responsables, críticos y participativos, capaces de atender las necesidades de todos los aspectos de la actividad humana, en la que se requieran conocimientos de alto nivel”. Y en el Artículo 17, Literal b, cita “Asegurar la transferencia de los conocimientos y tecnologías desarrollado por las instituciones del Sistema de Educación Nacional Superior, Ciencia y Tecnología, hacia las instituciones y empresas de la sociedad, responsable de las producciones de bienes y servicios, así como las demás instituciones públicas y la sociedad en general”.
La Ley 139-01, en su Artículo 34, crea la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (SEESCyT) como el ente regulador del sistema que garantice el cumplimiento de la misión, los fines y objetivos del sistema. En su Artículo 36, se crea el Consejo Nacional de Educación, Superior, Ciencia y Tecnología (CONESCyT), como el máximo organismo de gobierno del sistema.
Como vemos, esta Ley constituyó un paso de avance para la educación superior, la ciencia y la tecnología, y los integrantes del sistema hicieron todo su esfuerzo para su éxito, conscientes de que la misma contribuía al desarrollo del país, con la formación de profesionales capaces de integrarse a la sociedad, y al desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación, la cual constituye el fomento de la productividad y la competitividad de los sectores productivos, a través de la realización de actividades conjuntas de investigación entre las instituciones de educación superior y los sectores productivos del sistema, realizar investigaciones relevantes a las necesidades nacionales; así como la creación, adopción y transferencia de tecnologías.
Desde la creación del sistema, los funcionarios designados en los diferentes gobiernos han sido guardianes del cumplimiento y desarrollo de lo establecido en la ley. Su primer secretario, el Dr. Andrés Reyes, impulsó un gran avance al elaborar los reglamentos que establece la ley, organizar sus estructuras e iniciar proyectos y programas significativos.
La segunda secretaria, autora de este artículo, continuó la labor iniciada e impulsó un desarrollo sostenible a través de los 12 años de su gestión (2004-2016), con la creación de diferentes programas, entre los cuales cito los siguientes:
– Plan Decenal de Educación Superior 2008-2018 que estableció las políticas y programas a desarrollar.
– La ampliación de las estructuras del ministerio.
– Inicio del Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDOCYT) establecido en la ley, para desarrollar y financiar actividades, programas y proyectos de innovación e investigación, científica y tecnológica y establecer un sistema de promoción permanente de la investigación. Este programa ha impulsado la investigación en las universidades y empresas, con la participación de cientos de investigadores.
– Programa de becas nacionales e internacionales que ha contribuido a aumentar la formación de profesionales, con énfasis en el nivel de posgrado.
En el próximo artículo explicaré porque considero que esta decisión gubernamental constituye un retroceso para el desarrollo del país
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