La guerra aumentaría todos los precios
J.C. Malone
Nueva York, 14 Feb -Una guerra entre Rusia y Ucrania, dejará muchísimos muertos, elevará todos los precios, y disparará una nueva espiral inflacionaria.
Ucrania y Rusia representan el 30 por ciento del trigo y los granos, como la soya, que consume el mundo, la guerra interrumpiría ese suministro. Metales como el nikel, y productos como el azúcar también aumentarán de precios.
Rusia abastece las necesidades energéticas de Europa, si aumentan los precios del petróleo y gas natural, todas las importaciones europeas aumentarán de precio.
Mientras más “inminente” se hace la posible guerra, más descienden los mercados bursátiles bursátiles europeos.
Los analistas financieros aseguran que tanto el dólar como el rublo ruso aumenarán su valor con la guerra, encareciendo todas las importaciones.
El aumento del petrólo y el valor del dólar necesario para comprarlo, será devastador para el consumidor.
Hace exactamente 60 años, en 1962, el mundo estuvo en una situación similar, y evitó la guerra. Ayer la industria armamentista no tenía la influencia política que tiene hoy.
Khrushchev-Kennedy
Hoy el líder ruso, Vladimir Putin, demanda exactamente lo mismo que hace 60 años demandó y obtuvo Kennedy de Rusia.
Ayer, Fidel Castro pidió instalar misiles soviéticos en Cuba para defenderse de los Estados Unidos. El premier soviético, Nikita Khrushchev, lo complació.
En Estados Unidos, el president Kennedy demandó retirar las armas, porque amenazaban su país, se produjo un impasse similar.
Hoy Putin alega que la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, una alianza militar) hasta Ucrania amenaza la seguridad seguridad nacional rusa.
Ayer el soviético, Khrushchev, conversó con Kennedy, entendió la preocupación estadounidense y retiró las armas.
Hoy, ni Estados Unidos ni la OTAN parecen entender la preocupación de Putin, aumentando la posibilidad de una guerra.
Los líderes de ayer evitaron la guerra, los actuales parecen marchar a una catástrofe sin precedentes.
Nuestros líderes nos retornarán a la ley de la selva en pleno siglo XXI; el más fuerte sigue imponiéndose al débil, avanzaremos al peor pasado posible.
Esta guerra matará la esperanza general de que la humanidad encontró formas no bélicas de dirimir sus conflictos.
Aunque a algunos digan que la historia se repite, es es incierto e irresponsable. La historia reseña los comportamientos humanos, nosotros cometemos los mismos errores varias veces, luego culpamos a la historia.