La injerencia del imperio
Por ANULFO MATEO PEREZ
I
De insólita se debe calificar la confesión imprudente, pero franca, de la Jefa del Comando Sur de EE.UU., Laura Richardson, al aclarar qué busca su país en Latinoamérica, expresada en términos que han alertado a la comunidad internacional, sobre todo a jefes de Estado y a varios líderes regionales.
“¿Por qué es importante esta región? Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras, tiene el triángulo de litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60 % del litio del mundo está en el triángulo de litio: Argentina, Bolivia, Chile”, expresó Richardson.
Hasta ahora, el Departamento de Estado, la Casa Blanca y el Pentágono han guardado silencio respecto a lo revelado por la Jefa del Comando Sur con el ‘think tank’ Atlantic Council.
Ya no se trata de una “especulación”, los motivos del imperio para mantener su injerencia en los asuntos de cada país de la región y las intervenciones militares a través de la historia.
Según la jefa militar, otra razón importante resulta ser la concentración de “las reservas de petróleo más grandes”, incluidas las de “crudo ligero y dulce descubierto frente a Guyana hace más de un año”.
Y agregó la Jefa del Comando Sur de EE.UU.: “Tienes los recursos de Venezuela también, con petróleo, cobre, oro”, destacando además la importancia del Amazonas, “los pulmones del mundo”.
De su lado, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, entrevistado por el ‘tiktoker’ argentino Bruno Lonatti, calificó de “oprobiosa” lo dicho por Richardson, porque “saca a la luz los verdaderos propósitos de EE.UU.”.
“Siempre nos han tratado como traspatio, nos han mirado con desprecio y han antepuesto sus intereses. No hay una voluntad de cooperar y de trabajar en conjunto con América Latina”, dijo el mandatario.
II
La Jefa del Comando Sur de EE.UU., Laura Richardson, refiriéndose respecto a las riquezas naturales de Latinoamérica, no titubeó en decir: “tenemos el 31 % del agua dulce del mundo en esta región”; que “esta región importa”. “Tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que empezar nuestro juego”.
Y según Richardson, Washington “intensificará su juego”, porque en la región “hay mucho qué hacer” por los “ricos recursos”, entre ellos elementos de tierras raras, litio, petróleo, agua dulce y metales como cobre y oro.
Luego, refiriéndose a la seguridad nacional, Richardson mencionó a su “adversario número dos”, “Rusia”, indicando que Cuba, Venezuela y Nicaragua tienen relaciones con Moscú, como si se tratara de un “pecado”.
El presidente Luis Arce deploró las declaraciones de Richardson en cuanto al agua y al litio, un metal del que Bolivia posee unas reservas de 21 millones de toneladas en Uyuni, Potosí, la salina más grande del mundo.
El mandatario boliviano dijo que aunque no es la primera vez que EE.UU. habla sobre las riquezas naturales de América Latina, su país va a “defender la soberanía” y a decidir con quién hace los negocios.
El rechazo a las frases de Richardson ha sido firme y lo hizo el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, quien escribió en su cuenta de Twitter que “Latinoamérica ya no es un pedazo de tierra para saquear”.
En ese tono también hablaron Evo Morales, el exsenador colombiano Feliciano Valencia, la exembajadora argentina Alicia Castro, quien pidió estar alerta ante lo dicho por Richardson.
Por todo lo expuesto, queda demostrado que Latinoamérica no es la misma, tras 199 años, cuando EE.UU. adoptó la doctrina atribuida a James Monroe, “América para los Americanos”.