La ministra alemana de Exteriores llega a Bucha en su primera visita oficial
Kiev, 10 may (EFE).- La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, llegó este martes a Kiev en visita oficial, la primera por parte de un miembro del Gobierno de Alemania desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania.
Baerbock acudió en primer lugar a Bucha, cerca de la capital ucraniana, para informarse sobre la situación en esa localidad en la que se hallaron varios cientos de cadáveres de civiles, muertos en sucesos por los cuales ha habido acusaciones de genocidio contra las tropas rusas.
En esa localidad, y en otras del entorno de la capital ucraniana, Amnistía Internacional denunció hace unos días tanto la comisión de «crímenes de guerra» como el «uso ilegítimo de la fuerza» en los ataques indiscriminados contra civiles.
La visita de Baerbock se había mantenido en secreto aunque el canciller alemán, Olaf Scholz, avanzó la semana pasada que la ministra viajaría «próximamente» a Ucrania.
La ministra también tiene previsto reunirse con su homólogo, el ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba.
La visita de Baerbock no es, sin embargo, la primera de una alta autoridad de Alemania puesto que el pasado fin de semana se desplazó a Kiev la presidenta del Parlamento alemán (Bundestag), la socialdemócrata Bärbel Bas, para participar en las conmemoraciones del fin de la II Guerra Mundial y la Capitulación del Tercer Reich.
La visita de Bas, que ejerce el segundo máximo cargo político del país tras el Presidente federal, Frank Walter Steinemier, se produjo después de la conversación mantenida entre éste y su homológo ucraniano, Volodímir Zelenski, destinado a zanjar los disensos entre Kiev y Berlín.
Zelenski y Steinmeier mantuvieron el jueves una conversación telefónica, con la que se dieron por dirimidos sus disensos. Su punto álgido fue el desaire al presidente alemán, quien vio frustrado su propósito de viajar con sus homológos polaco y bálticos a la capital ucraniana, al serle trasladado desde Kiev que no era bienvenido.
A Steinmeier se le identifica con la línea tibia frente a Moscú mantenida durante décadas por sucesivos gobiernos alemanes. Fue ministro de la Cancillería bajo su correligionario, el socialdemócrata Gerhard Schröder, y luego titular de Exteriores durante dos legislaturas de la conservadora Angela Merkel.