La ONU afirma que unos 800.000 gazatíes ya han huido de Rafah sin ningún lugar seguro al que ir
Jerusalén, 19 mayo .- La Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) estima que unos 800.000 gazatíes, o cerca de la mitad de quienes se refugiaban en Rafah, sur de la Franja de Gaza, se han visto obligados a desplazarse de nuevo tras la ofensiva terrestre israelí iniciada allí el pasado 6 de mayo.
“Desde que comenzó la guerra en Gaza, los palestinos se han visto obligados a huir varias veces en busca de una seguridad que nunca encontraron, incluso en los refugios de UNRWA”, dijo anoche en X el director de esta agencia, Philippe Lazzarini, en referencia al daño y bombardeo que han sufrido muchas de sus instalaciones.
“Las zonas de donde huye la gente hasta la fecha no cuentan con suministros de agua potable ni instalaciones sanitarias. Al Mawassi, por ejemplo, es una tierra agrícola arenosa de 14 kilómetros cuadrados, donde la gente queda a la intemperie (…) (y donde) antes de la reciente escalada, la zona albergaba a más de 400.000 personas”, añadió en referencia al área donde el Ejército israelí pidió evacuar a los palestinos.
El avance israelí
El Ejército israelí continúa avanzando en la ciudad de Rafah, donde según testigos presenciales, helicópteros militares israelíes atacaron el este de la ciudad y aviones bombardearon el centro.
Además, según la agencia de noticias palestina Wafa, buques de guerra israelíes atacaron también las zonas costeras del paseo marítimo de Rafah.
La ONU subraya que el muelle artificial no es suficiente ante las necesidades de Gaza
“La afirmación de que la gente de Gaza puede trasladarse a zonas ‘seguras’ o ‘humanitarias’ es falsa. Cada vez, ponen en grave riesgo la vida de los civiles”, criticó Lazzarini, que denunció que cruces clave terrestres siguen cerrados, lo que dificulta la entrada de ayuda.
Según UNRWA, desde el 6 de mayo, sólo 33 camiones de ayuda han llegado al sur de Gaza, lo que sitúa al límite de la supervivencia a una población al borde de la hambruna y sin apenas asistencia médica, en un enclave donde ya han muerto más de 35.300 gazatíes.