La Policía en el lodazal de sus represiones tradicionales

Fabio R. Herrera-Miniño.

Nunca como antes el desprestigio natural de la Policía Nacional había caído a un nivel tan bajo en la opinión pública cuando algunos de sus miembros protagonizaron varios hechos repudiables que condujeron a la muerte de ciudadanos detenidos sin una falta grave por la cual fueron eliminados sin piedad.

Esos últimos hechos se añaden a la larga cadena de abusos contra la ciudadanía de un cuerpo que quieren ser policías pero más bien mantienen una trayectoria para-militar muy acentuada en donde no predomina la disciplina y el orden de las Fuerzas Armadas.

La Policía como tal fue creada y ordenada en 1936 como un apéndice de las Fuerzas Armadas y para darle consistencia a las ordenanzas de entonces que ya bajo una dictadura se necesitaba un cuerpo represivo de menor cuantía y no tan letal y consistente en sus acciones para controlar la población, ya de por sí díscola por naturaleza, lo cual se reflejaba en sus discusiones de los fines de semana con las peleas de gallos, junta en bares o en torno a una mesa de billar.

Pero la mayor distorsión la recibió la Policía en 1962 cuando desaparecida la dictadura un jefe policial de la ocasión dizque para disminuir la delincuencia enroló a todos los maleantes reconocidos y fichados en la Policía, lo cual acarreó distorsiones aberrantes de un cuerpo indisciplinado e imposible de someter a una mínima disciplina.

Aumentaron los hechos delictivos en la Policía y los abusos en contra de la población. Así surgieron con el paso de los años los escuadrones de la muerte cuya misión policial era eliminar a delincuentes peligrosos que los clásicos policías no se atrevían a enfrentarlos.

La ciudadanía, atemorizada por la agresividad policial de los sujetos dentro del cuerpo del orden, se siente preocupada por los planes oficiales que se anuncian, ya que es mas de lo mismo. Tan solo lo desempolvan los anteriores y lo hacen aparecer como una genialidad de personeros cuyas mentes se sienten atribuladas porque no han podido disfrutar de sus elevados cargos llenos de ilusorias canonjías.

Las novedades electrónicas de las comunicaciones han permitido que la población se siente más identificada con lo que ocurre en su vecindario. Y aun cuando sea para alimentar el morbo natural de la gente, ahora es necesario procurar ser más discretos. Pero a la Policía se le desbordó su accionar ilegal con el caso de David que un supuesto testigo informó que por estar haciendo mucha bulla otros tres detenidos le cayeron a golpes e increíblemente los policías no oyeron nada y ya con el hombre malogrado lo trasladaron a otro hospital donde falleció.

La Policía ha acumulado muchos abusos en estos meses. Y siempre se dice que son grupos de oficiales muy cercanos a la Jefatura y políticos enquistados en el cuerpo del orden que hacen toda clase de travesuras para hacer saltar al actual incumbente del cargo, ya que por acciones para poner orden y reglas de pulcritud, lesiona los intereses de la parte del cuerpo dañado de la superioridad. Medidas de profilaxis de sanidad de orden moral sacudiría las prebendas existentes y afectaría la estructura mafiosa que hace peligrar por momentos los planes bien concebidos de aprovechamientos del cargo.