la presencia China en el Caribe: Ayer y Hoy
Profesor Iván Ernesto Gatón
Esta obra es un aporte imprescindible para tomar la referencia fundamental que en el discurrir de los tiempos ha tenido la civilización de los hijos de Chong Zhang W (Reino del Centro) que es como se autodenominan los chinos.
El lejano oriente como su nombre lo indica, queda muy distante de ese mediterráneo que para América vendría a ser El Caribe, así lo demostró también el momento histórico en el cual la Dinastía Ming decidió salir a explorar el mundo con el célebre almirante Zheng-Hen en el siglo XV, específicamente en el 1421, quien zarpa como capitán de una flota de barcos de más de 120 metros de eslora y 50 metros de manga, es decir el doble de grande de los barcos europeos de la época, con una tripulación que sobrepasaba las 28,000 personas y que llego a alcanzar la zona de Arabia y de África.
De ahí que, cuando Enrique el navegante crea la Escuela de la Sagres en el siglo XVI que inicia las grandes navegaciones de altura que le permiten a Vasco de Gama llegar a Asia, los lusitanos en ese recorrido llegaban a las costas orientales del continente africano y escuchaban a los nativos hablarles de que recibían visitas de otros hombres, muy probablemente se referían a los chinos del almirante Zheng-Hen.
A diferencia del objetivo expansionista y colonizador de Europa, los viajes chinos tenían como fin la diplomacia, la expansión del comercio e interés de conocer los adelantos técnicos que tenían los grupos humanos en oreas latitudes del planeta, así como también por ese sentido de atheneia “sorpresa” adjudicada a los griegos, tener conocimiento de la flora, la fauna, como lo demuestran los animales exóticos llevados a la Corte del Embajador, que provocaron gran sorpresa, por ejemplo las jirafas y las cebras.
De estas expediciones podemos concluir que esa cosmovisión china que los llevo a ir allende los mares, es la búsqueda y acercamiento a la multiforme e insondable realidad del universo que nos circunda.
De nuevo tomamos la presencia China en el Caribe: ayer y hoy, la cual es una labor de investigación que marca un hito en el conocimiento de la llegada, evolución e integración de esos hombres y mujeres que se vieron obligados a emigrar por las inundaciones de sus ríos que provocaban grandes hambrunas o paradójicamente por los momentos de paz y estabilidad que permiten el crecimiento de una población que luego era difícil alimentar o por las guerras internas, como la de los Taiping del año 1850-1864 con Hong Xiuquan donde murieron más de 20 millones de personas y el enfrentamiento entre el Kuomintang de Sun Yat-Sen y el partido comunista chino de Mao Zedong, que llevaron las grandes migraciones chinas al continente americano.
Siendo estos los trabajadores despreciados de las vías del tren que unieron al este con el oeste de los Estados Unidos, o los chinos que trabajaban en los campos azucareros de Cuba, o aquellos que dejaron su existencia en la construcción de la gran obra de ingeniera que permitió que el océano pacifico en el siglo XVI avistara por primera vez un colonizador español que llego a América a la isla de Santo Domingo en el año 1513: el Canal de Panamá, que sin lugar a dudas es el segundo espacio geográfico geoestratégicamente hablando de todo el planeta.
Adecuado al tiempo es este trabajo, la densidad demográfica del planeta nos indica que la presencia China contrario a la europea que en el 1950 era del 25% de la población, y hoy es apenas el 7% de la población, por lo que, seguirá siendo importante y fundamental en el destino de la humanidad, porque sin lugar a dudas la demografía tiene implicaciones determinantes en el futuro de la especie humana.
Para no dejar espacios sin analizar, encontramos en esta oportuna obra aportes necesarios para comprender, con el adecuado contexto, los elementos geopolíticos derivados de las implicaciones del mundo bipolar que determinara la Guerra Fría y del mundo multipolar de anarquía comparativa en el que vivimos después de la caída del muro de Berlín y la implosión de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y, donde la visión geopolítica de un hombre fundamental como lo fue Deng Xiaoping, marcan las estrategias que han permitido a los herederos de Zhi Huang-Di sobreponerse a aquello que ellos denominaron el siglo de las humillaciones, para convertirse en un importante actor del poder mundial en un periodo al que ellos llaman el de la dignidad.
Queremos agradecer a la doctora Mu-kien Sang Ben y a la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, donde hemos impartido docencia a nivel de maestría por más de 18 años, por darnos la oportunidad de presentar esta obra que permitirá a todos aquellos interesados en comprender mejor los acontecimientos históricos que nos rodean. Gracias.