La princesa Leonor, «una más» para sus 75 compañeros a bordo de Elcano
Isabel Laguna y Carmen Naranjo
Cádiz, 12 enero.- La princesa Leonor es «una más» para los 75 guardiamarinas con los que completará su formación naval conviviendo casi seis meses a bordo del buque escuela de la Armada Juan Sebastián de Elcano. Viven como «un honor» tenerla como compañera.
Así lo expresaban, en declaraciones a los periodistas, mientras daban en el muelle de Cádiz los últimos besos y abrazos a sus familias. Fue antes de embarcarse en el bergantín-goleta en el que convivirán los 76 guardiamarinas, que son nueve mujeres y el resto hombres. Además, están los 176 miembros de la tripulación del buque escuela de la Armada.
Los guardiamarinas conocen ya a la pincesa porque han compartido con ella varios meses en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra).
«Muy sencilla y agradable»
«Dicen que es una persona muy sencilla y muy agradable». Es lo que comentaba la madre de un guardiamarina de Cádiz que comienza con la princesa Leonor, que fue despedida por los reyes Felipe VI y doña Letizia, esta aventura y que lo despedía, junto con sus dos abuelas. Se quejaban de que su nieto guardaba «un riguroso silencio» cuando intentaban preguntarle por la princesa.
«Tienen mucho respeto y para ellos es una compañera más. Ellos son muy jóvenes y no tienen la carga de lo que significa convivir con la princesa que podemos tener los más mayores». De esta manera justificaba su madre, que asegura que todo ellos parten con mucho «estrés emocional».
«Es un honor y, para el futuro, será un recuerdo muy bonito, una experiencia muy bonita», comentaba Luis Alcaide. Es miembro de la dotación encargado de las maniobras con los más de 3.000 metros cuadrados de velas que lleva el buque. Cree que este será «como todos los años», salvo que «hay más gente» pendiente por la presencia de Leonor de Borbón.
El guardiamarina Luis López, de Villafranca del Bierzo (León), se despedía con «muchísima emoción». «Desde el momento en que te metes en la Armada sabes que va a llegar un día en el que vas a ir a Elcano. Los años han pasado muy rápido, estamos ya aquí ya despidiéndonos de nuestros padres», contaba a EFE.
Por un servicio a España
Para la 427 promoción del cuerpo general y la 157 de Infantería de Marina que realiza este crucero este es su tercer año de estudios dentro de la Armada. Luis López cuenta que en el instituto decidió ingresar en la Armada por «hacer un servicio a España».
Cree que lo más difícil será «la distancia de la familia y los amigos» durante este viaje en el que recorrerán 17.000 millas náuticas y que concluirán el próximo mes de julio.
«Pero al final, al estar rodeado de compañeros, se hace mucho más ameno, se forjan amistades y eso compensa», aventura, mientras recalca que Leonor de Borbón es «una más» entre ellos.
A su lado, su hermano piensa ya en viajar hasta alguno de los puertos de América en los que harán escala para volver a verle.
Un equipaje complicado
El alférez de navío Rafael Montero, uno de los profesores que tendrán los futuros oficiales a bordo y que hizo el año pasado el crucero de instrucción como guardiamarinas, sabe que esta singladura es «una experiencia única».
Por lo pronto, ya han superado la complicación de hacer un equipaje tan escueto para un viaje que atravesará tantos climas diferentes.
Sus distintos uniformes, de verano o invierno, de trabajo o gala, han llegado al barco directamente desde la Escuela de Marín. Y desde que la dejaron, el pasado mes de diciembre, han reunido los enseres que necesitarán.
«Es complicado pero al final los marinos estamos acostumbrados, hemos pasado mucho tiempo en la mar. Yo sé ya cómo tengo que doblar las cosas y sobre todo que tengo que llevar la plancha, que es muy importante», cuenta.EFE